El vicepresidente de Caeb, José G. Díaz Montañés, introdujo la jornada sobre el ‘brexit’ a la que asistió la presidenta del Consell, Susana Mora. | Javier Coll

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La salida de Reino Unido de la Unión Europea es ya, para el director técnico de la Fundació Impulsa Balears, Antoni Riera, inevitable. No cree en la posibilidad de un segundo referéndum, asegura que solo el anuncio del brexit y la incertidumbre que ha generado ya ha tenido un «efecto inmediato» de reajuste del sector turístico y va más allá, considera que el adiós británico al club europeo debe servir a Menorca «para dar un salto cualitativo del lado de la oferta». Riera explicó su visión en la jornada organizada ayer en la sede de Caeb en Maó, con éxito de asistencia empresarial y la presencia de la presidenta del Consell, Susana Mora, y el conseller de Promoción Económica, Miquel Company.

El objetivo era debatir sobre «El desafío del brexit en Menorca». En opinión del economista, el sector turístico menorquín no debe solo preocuparse por sustituir la cuota de mercado que dejan los británicos, sino también de fidelizar a sus nuevos clientes, incrementar el valor de los servicios turísticos y aprovechar para reducir más la dependencia de los turoperadores. Ahora es todavía elevada, de un 48 por ciento, «5 de cada 10 turistas llega con paquete», pero hace pocos años llegó a ser de más del 70 por ciento.

El mercado británico dejó en 2018 de ser el principal emisor de turistas hacia Menorca, pasó a ser el segundo después de España, situación que se mantiene en 2019. «Menorca está ya haciendo un esfuerzo de diversificación como consecuancia de esa incertidumbre generada por el brexit en los últimos tres años», señaló Riera, quien destacó asimismo cómo se han reestructurado las rutas comerciales y la Isla ha ido consolidando conexiones con ciudades como Venecia, Milán, Basilea, Toulouse, Lyon o Helsinki. «Se está modificando tanto el comportamiento del propio británico, que se ve afectado por una devaluación de su moneda y por una menor actividad económica, como la respuesta de los destinos a esa circunstancia», explica.

El riesgo de un brexit duro, según Riera, «se está eliminando» y con ello Menorca puede respirar más tranquila, porque la salida sin acuerdo hubiera supuesto «una caída del PIB en Reino Unido que se estima del 8% en 5 años, que es muchísimo, y eso hubiera tenido consecuencias en los países con los que tiene relaciones, Balears en materia de turismo. El número de británicos que viene a Menorca es medio millón, un porcentaje muy alto». El acuerdo actual con la UE –pese a que el Parlamento británico tumbó el brexit de urgencia de Boris Johnson–, es más favorable. Excluye la necesidad de visado para viajar a territorio europeo, permite permisos temporales para viajes de negocios y también el acceso a operadores para el transporte de personas. «Esto es muy importante, porque lo que está garantizando es la conectividad con Reino Unido seguirá siendo alta», resaltó Riera.