Numeroso público asistió al pleno y Vox sacó carteles de apoyo a las fuerzas de seguridad

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El conflicto que se vive en Catalunya se trasladó este jueves al pleno de Sant Lluís y enfrentó al equipo de gobierno con la oposición. De las algo más de dos horas que duró la sesión, prácticamente la mitad se dedicó a debatir sobre la propuesta de acuerdo que PSOE y Volem presentaban conjuntamente y cuya exposición de motivos levantó ampollas. Generó otras dos mociones.

La alcaldesa Carol Marquès defendía que «hemos querido posicionarnos como personas en contra de cualquier forma de violencia e independientemente de la fuerza política que representamos». Apuntaba que «hemos huido de partidismos». El portavoz de Volem, Joan Pons, aseveraba que «no atacamos a nadie, es una moción constructiva» y reconocía que «no es la que cada uno de nosotros haría de manera individual, hemos hecho un esfuerzo».

Y fue duramente criticada por PP y Ciudadanos. Los populares consideran que se han metido «en un jardín al que no se tenía que haber entrado».

Para Ciudadanos, Jorge de Diego lamentó que la propuesta «camine al filo de la navaja y en la ambigüedad, además de tachar de «falsos» los argumentos de la exposición de motivos porque «no existe enfrentamiento sino restablecimiento del orden público que fue salvajemente atacado». Para el PI, tampoco era un tema al que Sant Lluís tenía que entrar. Se abstuvo. PP y Ciudadanos votaron en contra.

El candidato al Congreso de Vox, Tolo Torres, y el coordinador, Antoni Camps, acompañados por otras seis personas, asistieron al pleno para rechazar esta moción del equipo de gobierno. Enseñaron carteles de apoyo a las fuerzas de seguridad y de «no al diálogo con quienes quieren romper España».