Una transitada calle del centro de Maó, en temporada baja

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En los últimos meses las dos ciudades de mayor envergadura de la Isla están experimentando importantes incrementos en el número de personas empadronadas. No hay una causa identificada y clara para explicar este fenómeno demográfico pero, a falta de pasar por la depuración que realiza el Instituto Nacional de Estadística (INE) a la hora de ofrecer el censo oficial, la verdad es que las altas de nuevos vecinos en Maó y Ciutadella se están produciendo a un ritmo superior al habitual. Como consecuencia de ello, tanto Ciutadella como Maó han superado ya la simbólica cifra de las 30.000 personas censadas.

En el caso de Maó, en lo que llevamos de 2019, el censo contabilizado por el propio Consistorio, sin la intervención correctora del INE (que pondera diversos factores), ha aumentado en más de 600 personas, a un ritmo aproximado de dos residentes registrados más por día. En el cómputo global de 2018, este aumento fue de 215 personas. Salvo sorpresa, la variación de este año será incluso más del triple una vez se cierre el ejercicio.

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