Pierre-Charles Cros, Xavier Padovani, Romée de Goriainoff y Olivier Bon, los cuatro nombres detrás del Experimental Group

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París, Londres, Nueva York, Venecia o Menorca, entre una larga lista de ciudades. El grupo inversor que integran los franceses Romée de Goriainoff, Olivier Bon, Pierre-Charles Cros y Xavier Padovani ha elegido una finca menorquina en Llucalari para desarrollar su último proyecto, un agroturismo de lujo que se inauguró el pasado mes de agosto.

Tras una primera temporada breve, pero intensa, les garçons -tal y como se les conoce por sus tierras- hacen balance del estreno y la puesta en marcha del, ahora, lujoso establecimiento y que han bautizado como Menorca Experimental y que definen como «el sitio perfecto para descansar, disfrutar y dejarse llevar por un estilo de vida relajado».

Aunque el agroturismo era una propuesta innovadora para el grupo -que sí tiene una larga trayectoria en la gestión de hoteles, restaurantes y coctelerías-, sus fundadores aseguran que la acogida en Menorca ha sido un «éxito» y que la «ocupación ha sido completa» desde el primer momento. Un hecho que, afirman, ha superado todas las expectativas y que piensan mantener la temporada que viene. Es más, con la práctica y aprendizaje de los últimos meses, aseguran que el agroturismo volverá a abrir sus puertas el año que viene «con una amplia propuesta de actividades» y señalan, por ejemplo, paseos a caballo, cursos de cerámica o clases de yoga,

Una serie de actividades que encajan con el concepto y los aires que el grupo francés pretende consolidar en Menorca y que atrae al perfil de turista que ellos definen como «cosmopolita, vanguardista, que aprecia los detalles, el diseño, la arquitectura y la gastronomía». Y subrayan, «la propuesta gastronómica es 100 por cien mediterránea», aunque no le falta uno de los elementos más característicos del grupo, la coctelería.

Los inicios

Hablar de lo caracteriza a Experimental Group, también implica hablar de la manera en que se creó. Tres amigos (y más tarde un cuarto) decidieron abrir un bar. Un primer local en París en el que se empezaron a servir cócteles artesanales. «Nos conocemos de toda la vida y en 2007 decidimos materializar nuestro sueño». Doce años después gestionan con «ganas, esfuerzo y pasión» seis hoteles, cuatro restaurantes, cinco cóctel bars y tres wine bars.

En total, 18 negocios repartidos en todo el mundo bajo la firma Experimental que, aseguran, es lo que les convierte en diferentes. «Nosotros estamos continuamente viajando, pero los valores de la marca permanecen», concluyen.