Los clásicos contenedores de basura tienen los días contados de presencia en las calles de Maó y Es Castell. | Gemma Andreu

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El servicio de recogida selectiva de residuos puerta a puerta será una realidad a partir del mes de octubre de 2020. A partir de entonces se empezará a cambiar, de forma gradual, el sistema de recogida de basura que se ha llevado a cabo hasta ahora en Menorca. Primero se va a implantar en Maó y Es Castell, y ya a finales de 2022 se espera que pueda funcionar en el resto de municipios.

Hasta ahora, los municipios se encargan de la recogida de la basura común y el Consorcio de Residuos de Menorca (que integran el Consell y los ocho ayuntamientos) se hace cargo de la recogida selectiva. La intención es que a largo plazo el Consorcio se encargue de todo el servicio y que este se haga con el modelo puerta a puerta. Este nuevo sistema implica un cambio radical. Se va a pasar de tirar la basura en los clásicos contenedores y de reciclar de forma voluntaria los residuos, a la obligatoriedad de separar los residuos en cinco tipologías (basura común, envases, papel y cartón, materia orgánica y vidrio), depositándola en unos contenedores para cada domicilio y estableciendo un calendario que permita sacar a la calle un tipo de residuo cada día.

«No hemos inventado nada. Es un sistema que se aplica en algunos municipios de Mallorca y de la Península, y también en muchos países europeos», explica el director insular de Medio Ambiente, Esteve Barceló. El objetivo no es otro que aumentar la tasa de reciclaje, ya que la normativa europea fija que para 2020 el 50 por ciento de los residuos domésticos que llegan a las plantas de tratamiento deben estar separados. Actualmente la media en la Isla está en el 37 por ciento, aunque en municipios como Es Castell no llegan ni al 25 por ciento. Con este nuevo modelo, teniendo en cuenta las experiencias implantadas en otras zonas, la tasa de reciclaje se sitúa entre el 75 y el 80 por ciento, y en algunos municipios llegan al 90 por ciento, asegura Barceló.

Implantación gradual

La implantación de este nuevo modelo será gradual, y no se instaurará de golpe en toda Menorca. Se empezará por Maó y Es Castell, los primeros municipios que han solicitado acogerse a este modelo, ya que ambos acaban pronto (en diciembre y en junio), los respectivos contratos municipales de la recogida de basura.

La idea es que a partir de octubre, y con unos primeros meses de transición, pueda entrar en marcha el servicio de recogida puerta a puerta a Maó y Es Castell. Así lo aprobó el pasado jueves la junta de gobierno del Consorcio, que inició la tramitación del contrato para estos dos municipios, para poder licitarlo a finales de este año o principios del que viene. El servicio lo adjudicará directamente el Consorcio, tras la firma de un convenio con los dos municipios. Se licitará en cuatro lotes diferentes: la compra de los contenedores familiares; una campaña de sensibilización; el servicio de recogida; y el seguimiento del servicio para que evalúe si se cumplen las condiciones y recoja las incidencias. El contrato durará hasta octubre de 2028.

En cuanto al resto de municipios seguirán con el actual modelo al menos tres años más. La intención del Consorcio, y así lo aprobó el jueves, es que se empiece a estudiar la implantación del sistema puerta a puerta en los otros seis municipios, para que pueda ser una realidad a partir de noviembre de 2022. Pero no está claro que se pueda cumplir esta previsión.

Algunos ayuntamientos tienen dudas, ya que en algunos casos los contratos de recogida de basura no acaban hasta 2023, como Sant Lluís o hasta 2025, en Ferreries y Es Migjorn. «Es un puzzle, muy difícil de cuadrar», admite el director insular de Medio Ambiente, aunque desde el Consell creen que no hay otra alternativa que apostar por el modelo puerta a puerta, debido a las exigencias europeas.