Usuarios de patinete eléctrico, saliendo del carril bici de la avenida Josep Maria Quadrado. | Gemma Andreu

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El Ayuntamiento de Maó pretende aprobar antes de que acabe este año, aunque los plazos son exigentes, la inclusión en la Ordenanza de Circulación, Tráfico y Seguridad Vial de una regulación específica para el uso en la vía pública de los denominados vehículos de movilidad personal, entre ellos, los ahora tan populares patinetes eléctricos. Se convertiría así en el primer consistorio de la Isla en disponer de una normativa específica para este tipo de aparatos.

Como paso previo a la aprobación inicial de la modificación de la ordenanza, el Consistorio mahonés somete esta cuestión a un periodo de consulta pública, un trámite en el que los ciudadanos pueden realizar aportaciones (hasta el 4 de diciembre, a través de la página web institucional) pero sin poder conocer todavía cuál es la propuesta que plantea el equipo de gobierno de PSOE y Ara Maó. Esto queda para el periodo de alegaciones.

El concejal responsable de Movilidad, Manolo Lora, solo adelanta de la propuesta del equipo de gobierno que se clasificarán los vehículos de movilidad personal en cinco categorías. La enumeración de tipologías es muy exhaustiva, con una primera categoría donde están los patinetes convencionales, las plataformas eléctricas o los monociclos eléctricos, entre otros. En la segunda estarían los patinetes eléctricos, cuya proliferación ha motivado la regulación por parte del Consistorio, junto con los segways, que no han tenido tanto aceptación. Las tres siguientes categorías corresponden a vehículos de más de dos ruedas para uso personal, transporte de otras personas o movimiento de mercancías.

Una de las principales cuestiones a resolver por la ordenanza es por dónde pueden circular los patinetes eléctricos y en qué condiciones. Lora prefiere no adelantar nada al respecto hasta que no se haya cerrado el periodo de consulta pública. «Asumimos que los vehículos de movilidad personal han venido para quedarse», razón por la cual el concejal asegura que han afrontado este trabajo de actualización de la ordenanza. Lora asegura, no obstante, que la presencia de patinetes eléctricos en la ciudad hasta ahora no ha generado especial conflictividad ni problemas.

Zona 30

Por otro lado, Lora explica que la modificación de la ordenanza se aprovechará para introducir la reducción de la velocidad máxima permitida en el interior de la ciudad, que pasará a ser de 30 kilómetros por hora, cuando ahora es de 40 kilómetros por hora, con la única excepción de la Vía Ronda, que en principio se mantiene. En algunas calles de la ciudad, que presenten unas determinadas características en cuanto a su diseño, el tope máximo se rebajará a 20 kilómetros por hora. Este cambio se empezó a tramitar hace ya un año aproximadamente, y su objetivo es pacificar el tráfico dentro del núcleo urbano.