Un operario vacía un contenedor en Maó. | Gemma Andreu

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Los trabajadores de la empresa de recogida de residuos FCC vuelven a estar en pie de guerra. Los municipios de Maó, Es Castell y Alaior lograron que las plantillas desconvocaran la huelga que amenazaba con dejar la basura en las calles en agosto con una promesa de subida salarial en las nuevas contratas que, según denunció ayer el comité de empresa, ahora se niegan a firmar.

Los ayuntamientos de Alaior, Maó y Es Castell «se comprometieron a poner en los pliegos una subida del 4 por ciento (un 1 por ciento anual durante cuatro años) que se añadía al 7,1 por ciento que ofrecía la empresa». Pero ese compromiso no está por escrito y los trabajadores temen que se quede en «un brindis al sol» que sirvió para esquivar la huelga en el mes punta de la temporada turística. Ayer esa subida no estaba reflejada en el preacuerdo con la empresa y, desde la última reunión mantenida por representantes de los ayuntamientos y del comité de empresa, el pasado 19 de noviembre, no ha habido ningún avance.

«Nos damos cuenta de que ningún ayuntamiento ha puesto el tema sobre la mesa», declaró el presidente del comité, Carlos Victori, quien ya anunció que volverán a las protestas «y ya veremos qué pasa en mayo», deslizó sobre la posibilidad de nuevas convocatorias de huelga. Los trabajadores tienen pendiente una asamblea y se prevé un ambiente caldeado, ya que con la Navidad en ciernes y dos contratas que acaban el próximo día 31, las de Maó y Es Castell, las plantillas quieren cerrar su aumento salarial. Alaior tiene un año más de prórroga «pero los problemas se los encontrarán en la calle si no implementan subidas salariales en 2020», avanzó Victori.