Las nuevas calles ya tienen una primera capa de asfalto, queda la segunda. | Josep Bagur Gomila

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Eternas. Así definen algunos comerciantes de Fornells las obras de urbanización de la unidad de actuación FOR-2. Llevan casi tres años ejecutándose. Aunque todo apunta a que encaran ya su recta final. El proyecto tardó nueve años en iniciarse desde que el promotor presentara el proyecto. Y ahora han sumado otros tres para ejecutarlo. El Ayuntamiento confía en que concluyan en fechas próximas a Semana Santa. Y en caso de surgir algún revés, no se plantea un nuevo verano con la unidad en obras.

Esta zona de desarrollo de Fornells ha supuesto una intervención presupuestada en 1,2 millones, la apertura de cuatro calles y 350 plazas de aparcamiento. Hará posible la futura construcción de 185 viviendas. Es la zona donde se levantará el bloque de pisos de protección oficial.

Las obras empezaron a principios de 2017. Tenían un período de ejecución de 18 meses. Pero se han alargado. El Ayuntamiento de Es Mercadal ha obligado a la empresa a parar en plena temporada de verano para evitar más estorbos.

La presidenta de la Junta Local de Fornells, Eulàlia Garriga, indica que tanto este ente como el Ayuntamiento son conscientes de las molestias que se han generado durante el desarrollo de estas obras y «somos los primeros en querer verlo acabado ya». No obstante, explica que ha habido un cúmulo de circunstancias que han llevado a alargarlas más de lo previsto. Por un lado, este parón estival entre mediados de julio y mediados de septiembre. Además, indica que la constructora se ha quedado en algunos momentos bajo mínimos de personal y maquinaria por la coincidencia de distintas obras. Añade a ello el acuerdo que se tuvo que alcanzar primero con una quincena de propietarios de viviendas ubicadas ya en esta zona y a los que se ha conectado a los distintos servicios. Han tenido que aportar los costes correspondientes y hubo quienes no estaban de acuerdo con el precio.

En estos momentos, la unidad de actuación tiene ya árboles plantados y farolas instaladas. Queda una segunda capa de asfalto. Están ahora pendientes de la conexión de Endesa. Hay que instalar señalética. Es la recta final.

Algunos comerciantes consultados indican que toda obra afea una zona y más aún si es turística. Apuntan al ruido que ha acompañado los inicios y finales de la temporada. Esperan que en mayo estén concluidas, «si no es así, será un desastre». Además, ahora también está en obras el puerto, una actuación necesaria -indican-, aunque no por ello menos molesta.