Imagen del aspecto del vertedero sellado tomada desde un dron. Sobre la parte impermeabilizada (la más oscura) se apoyará el nuevo vertedero | CREM

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Menorca ha conseguido tapar al fin una de sus mayores vergüenzas ambientales. El Consorci de Residus i Energia de Menorca anunció este viernes la finalización del proyecto de sellado y restauración ambiental del antiguo vertedero de Milà II, que cesó su actividad en el año 2013 y que hasta que se iniciaron las obras en julio de 2017 guardaba al aire libre y sin las medidas de protección ambiental que existen en la actualidad las cerca de 900.000 toneladas de basura acumuladas durante 19 años de explotación. El Servicio de Residuos de la Conselleria de Medio Ambiente del Govern dio la semana pasada el visto bueno al resultado de unos trabajos que han terminado teniendo un coste total de 5,1 millones de euros.

El Consell da así cumplimiento seis años después de dejar de utilizar el vertedero al Real Decreto que desde 2001 regula la eliminación de residuos mediante depósito en vertedero y que pretende evitar los daños medioambientales –además de las molestias que el mal olor provoca en los ciudadanos– que suponía no actuar sobre un vertedero en desuso, con importantes emisiones de metano, uno de los peores gases de efecto invernadero, y con dañinas filtraciones al subsuelo. Ahora se iniciará un largo proceso de vigilancia posclausura, 30 años en los que la gestora de Milà deberá controlar lixiviados, emisión de gases y aguas subterráneas.

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