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Observen las dos imágenes superiores de Cala Blanca y encuentre las diferencias. Una fue tomada en 1976. La otra es actual. La línea de arena ha pasado de estar varios metros por delante de las escaleras de acceso al restaurante a quedar muy por detrás de ellas. Sus vecinos han mostrado en varias ocasiones nostalgia de la que fue la gran Cala Blanca y ya no es. Este es un claro ejemplo de la evolución de la línea de costa de los últimos años y que un extenso y detallado estudio elaborado por el Observatori Socioambiental de Menorca y Biogeomed así lo constata.

Las calas ubicadas en la fachada de Ponent de la Isla son las que mayor regresión han registrado en los últimos 59 años. El retroceso medio de estas playas se sitúa en los 20,34 metros. Esta fachada se extiende desde Cap d’Artrutx hasta Ciutadella y comprende un total de cinco playas. Todas ellas han perdido metros de arena. Ninguna se salva de este proceso erosivo. Y la que ha concentrado el problema es Cala Blanca con una evolución negativa de hasta 52,7 metros en un período de casi sesenta años.

El estudio ha analizado 52 playas y calas de la Isla desde el año 1956 y hasta 2015 y el retroceso medio en este período para el conjunto de zonas analizadas es de 4,78 metros.

Las situadas en la zona de Migjorn, en el sur de la Isla, han registrado un retroceso medio de la línea de costa de 6,4 metros. Y más del 75 por ciento de las 24 playas analizadas muestran un proceso erosivo importante.

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Por su parte, para la zona de Tramuntana (con 21 playas estudiadas), las playas retroceden 0,48 metros. Es el área que los investigadores consideran como la más estable de toda la Isla a pesar de ubicarse en una zona de gran oleaje y con gran número de temporales marítimos. Una de las características comunes de estas playas es que poseen sistema dunar. Hay excepciones como es el caso de Cala Tirant con un retroceso de 12,3 metros.

Y finalmente, en lo que respecta al área de Llevant, es la única fachada marítima que mejora cifras en estos 59 años. La línea de costa ha aumentado en 8,3 metros de media.

En 2002 se estabiliza

El estudio apunta que en la primera mitad de este período analizado la erosión y, por tanto, el retroceso de la línea de costa ha sido mucho más agresivo que en la segunda mitad. Entre 1956 y 2002 el retroceso fue de 6,7 metros. Coincide con el período de desarrollo de infraestructuras turísticas y urbanísticas en el litoral. Un hecho que ha conducido a «una paulatina destrucción y desgaste del paisaje litoral siendo las costas arenosas y sus sistemas dunares los más afectados», de modo especial en la zona de Migjorn y Ponent. Empieza en este periodo la instalación de infraestructuras sobre la playa.

A partir de 2002 se detecta una cierta estabilidad de la línea de costa aunque el resultado sigue siendo negativo. Y es que, en este período se implementó un programa de gestión y limpieza de playas que permitió la aplicación de técnicas de la gestión litoral. Se clasifican las playas por tipología para que su gestión sea individualizada y adecuada. A ello, el estudio hace referencia a la implicación social, empresarial y política.