Los pescadores que tiran la caña desde la costa copan casi las dos terceras partes del total de las licencias

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Los años más duros de la vieja crisis son los que más licencias de pesca registraron en Menorca. En 2011 había 8.078 y al año siguiente, 8.364. De hecho, la cifra se dispara a partir de 2009, año en el que se superan por primera vez las 7.000 licencias para pescadores aficionados.

Al margen de esos años, solo en 2016 se ha vuelto a superar esa barrera, según el estudio publicado por el Observatorio Ambiental de Menorca, Obsam. Si bien se han utilizado diferentes reglamentaciones y la equiparación desde 2014 de las normativas estatal y autonómica, estas apenas alteran el número real de pescadores.

Otro dato llamativo es el progresivo aumento de la edad media, casi 4,5 años entre comienzos de siglo y 2018, año al que pertenece el análisis estadístico. En 2000 el perfil del pescador aficionado marcaba una edad de 45,8 años y en 2018 ha aumentado hasta 50,1. Ha crecido de forma particular entre los pescadores de embarcación, donde el 81 por ciento de las licencias las disfrutan los mayores de 40 años, algo que se explica fundamentalmente en la inversión necesaria que requiere una barca.

Por el contrario, los titulares de licencias individuales y deportivas, la pesca que se realiza con caña desde la costa, las dos terceras partes corresponden a menores de 60 años, si bien el grupo más numeroso es también, como en el caso anterior, el de los que tienen entre 41 y 60.

Por otra parte, la incorporación a la pesca recreativa es tardía, las licencias para menores de 20 años (y mayores de 14, que es la edad mínima exigida) se sitúan de forma cronológica entre 5 y 6 por año. El mayor tirón se observa a partir de los 40.

Pesca submarina

El de los 41 a 60 años es el grupo dominante en todas las categorías, salvo en una, la de la pesca submarina. En esta especialidad, el 51 por ciento de las licencias corresponde a los menores de 40 años y la edad media de los practicantes también es la más baja, 41, datos que se explican en las características mismas y condiciones físicas que exige el submarismo.

Ciutadella encabeza la lista de municipios con más licencias de este tipo, 80. En Maó hay 49 y en tercer lugar se sitúa Es Mercadal con 29. Este es el municipio que proporcionalmente más pescadores aficionados tiene, si sumamos los distintos tipos de licencia.

El volumen total de pescadores aficionados baja, no osbtante, en el último año estudiado, 2018. Las causas no se citan en el estudio del Obsam, pero asociaciones como Tots Pescam, que integra buena parte de la licencias, han expuesto en más de una ocasión las limitaciones con que se topan. La última de ellas ha sido la declaración de la reserva marina de la Illa de l’Aire, un lugar de gran demanda para tirar la caña y pescar desde embarcación donde se ha prohibido la pesca para este colectivo.