El equipo del hospital estaba organizado para siete camas en una UCI. Ahora, el trabajo se ha triplicado al tener tres UCI

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Jornadas maratonianas. Al frente de tres UCI. Y con unos pacientes con una enfermedad infecciosa que obligan a un necesario protocolo para vestirse y protegerse que trastoca su ritmo de trabajo. El día a día de los profesionales que trabajan en la unidad de cuidados intensivos es frenético, mucho más de lo que ya lo era una unidad de críticos antes de llegar el coronavirus. «Estamos acotumbrados a trabajar con pacientes aislados y con una enfermedad infecciosa, pero tratábamos a un caso infeccioso; ahora lo son todos», argumenta este colectivo quien alza la voz para visibilizar la profesionalidad que requiere su trabajo. Para ellos, se está hablando mucho de los equipos de protección, de respiradores y de mascarillas «pero detrás de todo esto debe haber personas que lo sepan manejar, hay que poner en valor la profesionalidad del equipo, funciona porque hay mucho trabajo detrás», agregan. Y aseveran que «deficencias en el servicio no existen».

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Explican que el equipo estaba organizado para siete camas en una UCI. Ahora, el trabajo se ha triplicado al tener tres UCI (dos con pacientes covid y una tercera para otro tipo de cuadros clínicos). Para ello, ha sido necesario reforzar las plantillas. En el caso de la UCI para pacientes no covid, la atención se lleva a cabo principalmente con profesionales de quirófano y reanimación. A las otras dos, se ha trasladado, entre otros profesionales, a personas que ya tenían experiencia en UCI, aunque se hallaban en otros departamentos, así como personal que había hecho prácticas en la unidad y la conocían. Todos estos cambios llevan a trabajar con tensión y con mayor carga de trabajo, tanto para los que se han incorporado a la unidad como a los que ya estaban en UCI.

Asimismo, hacen referencia al tiempo que necesitan para vestirse y protegerse para evitar un contagio. «Es un tiempo de oro para una UCI». Explican que cuando estalló la crisis, los profesionales ayudaron a montar las dos nuevas UCI desde el punto de vista de que conocen el material y equipos que hacen falta y poder, así, crear unidades desde la máxima profesionalidad.