Enric Enrich Coll (Ferreries, 1933), apreciado y conocido en Menorca como ‘es capellà de Fornells’, ha fallecido con coronavirus

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Enric Enrich Coll (Ferreries, 1933), apreciado y conocido en Menorca como ‘es capellà de Fornells’, ha fallecido, al día siguiente del deceso de su hermana Àngela. Ambos han fallecido por el coronavirus.

Presbítero de talante renovador, coherente y comprometido con los valores del Evangelio, Enric Enrich también fue incomprendido al propugnar y avanzarse en los criterios de ‘aggiornamiento’ del Concilio Vaticano II.

Nació el 16 de de marzo de 1933 en una cochera de establo del carrer Fred de Ferreries. Fue el octavo hijo de un matrimonio de la payesía menorquina con escasos recursos, pero firmes convicciones morales, que trabajaba en el campo de la Isla. Llegaron a tener diez descendientes y también adoptaron un hijo.

A los 16 años Enric Enrich descubrió su firme vocación al sacerdocio e ingresó en el Seminario de Ciutadella. Fue ordenado el 19 de junio de 1960 por el obispo Bartolomé Pascual y se incorporó como vicario a la parroquia de Sant Bartomeu de Ferreries, pero en 1965, sólo un mes después de haber sido nombrado superior de los seminaristas menores, fue destinado por el obispo Pascual a la parroquia de Fornells, donde ejerció hasta 2003.

El joven presbítero aceptó con humildad y disciplina aquel inesperado traslado, que algunos sectores interpretaron como un confinamiento por los planteamientos de cambio de Mn. Enrich Coll. Cuando el obispo Joan Piris decidió, aquel año, su traslado a Ferreries, 213 vecinos de Fornells firmaron un escrito en el que solicitaron que continuase como rector de la población marinera del norte de la Isla.

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“Es capellà Enrich”, que buscaba nueva nueva Iglesia, introdujo cambios en la liturgia que suscitaron controversia en los años 60, como oficiar de cara a los fieles; no revestirse y prescindir de la sotana y el clerygman. También introdujo la lengua propia en las celebraciones. Su talante progresista provocó que agentes de la Guardia Civil acudieran a escuchar sus homilías.

Su coherencia con el mensaje de Cristo le condujo a ser obrero entre los obreros, y fue uno de los primeros sacerdotes obreros de Menorca. Trabajó como albañil, emblanquinador, repartidor de butano, celador del Geriátrico y camarero, interviniendo en la creación del restaurante “Es Cranc”, pero siempre atendió sus funciones espirituales, el cuidado del altar y el servicio de la parroquia.

Fruto de su compromiso con los humildes y desfavorecidos, es esta afirmación de Enric Enrich: “Prediquemos, no una Iglesia de los pobres, sino una Iglesia pobre que está con los pobres”.

Vinculado a los movimientos políticos del antifranquismo, en 1975 cedió locales de la parroquia de Fornells para la fundación de la “Pía Unión de Santa Teresita”, embrión de la Junta Democrática de Menorca, plataforma que aglutinó a las formaciones que, desde la clandestinidad, impulsaban la oposición al régimen del general Franco.

Enric Enrich, que fue concejal del Ayuntamiento de Es Mercadal, redactó en 2001 con Fernando Contreras el informe para la independencia municipal de Fornells. En enero de 2003 recibió el reconocimiento de Fornells por sus treinta años de participación como caixer capellà en las fiestas patronales de Sant Antoni; y en diciembre de 2004 intervino en la IV Diada de la Premsa Local de Menorca, celebrada en Fornells.

En julio de 2008 pasó a la situación de presbítero emérito y en mayo de 2010 celebró en el santuario de la Mare de Déu del Toro, con un nutrido grupo de presbíteros de la diócesis, el cincuenta aniversario de su ordenación sacerdotal.