Conesa presidió la celebración de la Vigilia Pascual, la más importante de las celebraciones cristianas y acto nuclear de los oficios de Semana Santa, al conmemorar la resurrección de Jesús | Josep Bagur Gomila

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El obispo de Menorca, Francesc Conesa, afirma este Sábado Santo, en la Vigilia Pascual que acoge la Catedral de Ciutadella a puerta cerrada, que “hay que gritar bien fuerte que Cristo está vivo y hace nuevas todas las cosas”. Pide que “nos dejemos iluminar por la claridad que brota de su sepulcro y que alumbra nuestros desánimos, nuestras faltas de sentido, nuestras enfermedades y nuestra soledad para decirnos que no tienen la última palabra”.

“Como tampoco la tienen la guerra, el odio, la injusticia ni esta pandemia que nos ha invadido. La última palabra -proclamó el prelado- la tiene la vida, el amor, la esperanza. No tengamos miedo a convertirnos en pregoneros de este anuncio”.

Conesa presidió la celebración de la Vigilia Pascual, la más importante de las celebraciones cristianas y acto nuclear de los oficios de Semana Santa, al conmemorar la resurrección de Jesús. Una ‘noche en vela’ que adquiere un profundo significado al recordar el pasaje bíblico en el que un grupo de mujeres llega al sepulcro para embalsamar a Jesús, que había muerto en la cruz. Pero no encuentran el cuerpo.

“Aquellas mujeres -explica Conesa Ferrer- reciben una inmensa sorpresa, porque un ángel les sale a su encuentro para decirles que Jesús no está en aquella tumba donde había sido enterrado. ‘No está aquí. Ha resucitado’. Es el mensaje de la Pascua. El Crucificado ha vuelto a la vida para vivir para siempre. Generación tras generación, nosotros lo seguimos proclamando en esta noche santa”. El obispo de Menorca manifiesta que “no se debe buscar a Jesús entre los muertos, porque vive para siempre”.

Nueva humanidad

Según el titular de la sede de Severo, “la noche de Pascua alienta no sólo nuestra esperanza de vencer al gran enemigo, que es la muerte, sino también llena nuestra vida de optimismo, porque sabemos que es posible construir una nueva humanidad”.

“Quien cree en la resurrección de Jesús no se conforma con que triunfe el mal, con que la corrupción y el pecado dominen en su vida, ni con que sean pisoteados los derechos de las personas. Creer en la resurrección significa abrirse a la esperanza de un mundo nuevo, de una nueva humanidad edificada sobre la palabra y la persona de Jesús de Nazaret”.

La resurrección de Jesús

En la la Vigilia Pascual se celebra la Resurrección de Jesús. Tras encender el cirio pascual, símbolo de la luz, se recita el pregón, que relata la historia de la salvación desde la creación, la prueba y caída de Adán, la espera y liberación del pueblo de Israel, hasta la entrega de Jesucristo, quien murió por nuestros pecados y nos lleva a la salvación.

Es un mensaje de esperanza, que proclama la victoria de la luz sobre la oscuridad. Después de las lecturas tiene lugar la bendición del agua y durante la Eucaristía se entonan cantos del aleluya en una celebración festiva porque se han cumplido las promesas de Dios, con la confianza de que otorgará la salvación.