Guillem Bosch Llufriu.

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Tiene 29 años, es ingeniero especializado en energías renovables y, en cuanto las condiciones administrativas y sanitarias lo permitan, se convertirá en concejal socialista de Ciutadella. Será la primera aparición política de Guillem Bosch Llufriu y le ha llegado cuando menos lo esperaba dado que sus circunstancias profesionales han cambiado sustancialmente en un año.

Recuerda que se incorporó a la candidatura municipal porque la número 1, Noemí Gomila, fue a buscarlo. Entre los cuatro primeros de la lista no había nadie con perfil técnico de urbanismo y medio ambiente, de modo que encajó como número cinco en la oferta con la que los socialistas se presentaron ante sus ciudadanos. La juventud era otro valor añadido al equipo.

Sin embargo, Guillem Bosch vive ahora en Maó y está obligado a viajar con frecuencia por la geografía española como consecuencia de un importante contrato profesional. A primera vista parece un inconveniente pero nada frena su ilusión por convertirse en representante municipal de su ciudad, de acuerdo con la impresión transmitida ayer.

«Me integré con ganas en el equipo, era una buena oportunidad para gestionar el área de medio ambiente, no entré a la primera y luego ha salido una buena oportunidad de trabajo», explica.

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Las circunstancias sí le obligarán a limitar su actividad a la asistencia a los plenos y a la comisión informativa de la que formaba parte Andreu Bosch, el concejal del que toma el relevo. «Así lo acordamos en el grupo socialista para compatibilizar actividad política y trabajo profesional. Mi objetivo es ayudar en todo lo que pueda», promete Bosch.

Segunda dimisión

La de Andreu Bosch ha sido la segunda renuncia en la corporación de Ciutadella. La anterior corresponde a Fàtima Anglada, quien encabezara la lista podemista de Gent per Ciutadella.

La marcha de Andreu Bosch apenas once meses desde la constitución de la corporación ha sorprendido en las filas socialistas, que en Ciutadella no están precisamente muy unidas. Algunos críticos apuntan a la falta de protagonismo del PSOE porque el peso de la responsabilidad y la imagen recae exclusivamente en el PSM. Aducen asimismo que la edad no sirve como motivo porque ya la tenía cuando concurrió a las elecciones. Pero Andreu Bosch no hace referencia sino estrictanente a causas personales y pide que sean respetadas. «Hace meses que lo tenía meditado, tengo dificultades para compatibilizar el trabajo municipal» que considera bien resuelto desde el alto nivel de exigencia que se autoimpone.