Pasajeros cruzando la puerta de llegadas del Aeropuerto de Menorca | Gemma Andreu

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Los precios de la ruta aérea entre Barcelona y Menorca han bajado y lo siguen haciendo a medida que las fechas demandadas se adentran en la temporada alta, hasta el punto de alcanzar a finales de agosto un coste medio de 180 euros por el trayecto de ida y vuelta sin descuento de residente. Lo revela un estudio de evolución de tarifas elaborado por la Agrupación Empresarial de Agencias de Viaje de Balears (Aviba) en el que se concluye que, más allá del episodio vivido a finales de junio –cuando el coste medio de un trayecto de ida y vuelta llegó a superar los 500 euros–, los billetes «no son caros para ser temporada alta».

La patronal ha realizado el estudio analizando las tarifas publicadas por las compañías aéreas –en este caso Vueling y Ryanair– el pasado 3 de julio y ha comprobado como semanalmente las tarifas medias van descendiendo. En la segunda semana de julio el precio medio para un turista que compre un billete de ida y vuelta de Barcelona a Menorca se sitúa en 325 euros (tasas incluidas). Una semana más tarde cae hasta los 295 euros y el mes de agosto arranca con una media de 235 euros. El descenso continúa produciéndose a un ritmo de entre 10 y 15 euros por semana y en la última de agosto se estabiliza en los 180 euros. La patronal, que ha hecho llegar el estudio a la Conselleria de Movilidad y Vivienda del Govern, también ha analizado la evolución de los precios de viajar a Barcelona para los menorquines y en este caso se observa una mayor estabilidad, aunque la tendencia obviamente también es a la baja. En la segunda semana de julio los residentes encuentran un precio medio de 110 euros (ida y vuelta), mientras que agosto arranca con un tarifa media de 85 euros que cae ligeramente a medida que avanza el mes hasta los 80 euros.
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La ‘tormenta’ de junio
El presidente de Aviba, Xisco Mullet, asegura que «cada año pasa lo mismo», que cuando se acercan los meses fuertes de verano, los precios suben. «Es lógico porque hay más demanda». Afirma que este año se ha formado una especie de tormenta perfecta. Coincidió el levantamiento de la libre circulación, la festividad de Sant Joan, la llegada de final de mes y una muy escasa oferta de vuelos. También llama la atención sobre una práctica comercial. «Las compañías penalizan la compara de billetes a última hora con precios altos, como se puede ver en la evolución por semanas». Desde el sector de las agencias de viaje deducen, vista la evolución de los precios y el lento incremento de las frecuencias programadas por las compañías, que «la demanda de billetes en estos momentos va a la baja».