Larga espera. Varias personas, esta semana, aguardando turno en la entrada de la Tesorería e Instituto Nacional de la Seguridad Social, en Maó | Josep Bagur Gomila

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«Tenemos una carga de trabajo brutal, no damos abasto, hay escasez de personal pero vamos a mejorar en la atención al público en los próximos días». Desde la Dirección Provincial de la Tesorería de la Seguridad Social fuentes autorizadas admitían ayer abiertamente a este diario la saturación que revierte en el servicio al contribuyente.

Tanto este organismo como el INSS solo atienden con cita previa desde la reapertura de sus oficinas a mediados de junio, pero conseguirla continúa siendo un ejercicio prácticamente imposible a través del teléfono o internet lo que provoca la indignación de los afectados para tramitar pensiones o cualquier otra prestación de la Seguridad Social.

Ante la indefensión del ciudadano, obligado a aguardar una indicación que le encamine para solucionar su demanda en el exterior del edificio porque solo se permite la entrada a aquellos que tienen cita previa, el recurso más efectivo es acudir a una gestoría. Así lo sugiere la directora insular de la Administración General del Estado en Menorca, Isabel López Manchón, conocedora de las quejas de muchos contribuyentes que han recurrido a ella. «Los gestores son profesionales que trabajan telemáticamente con los organismos, saben por tanto cómo manejarse y es la mejor manera ahora mismo para realizar un trámite ante la Seguridad Social». Si el ciudadano en cuestión no puede prolongar la larga espera que supone tratar de conseguir la cita previa día tras día, esta es la solución más plausible, aunque suponga un coste añadido recurrir a los servicios de estas empresas privadas que están remplazando el trabajo correspondiente al organismo público.

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Desde la reapertura de las oficinas de la Seguridad Social para atender presencialmente a los contribuyentes, el sistema de cita previa quedó saturado. Los cambios de situación derivados de la pandemia multiplicaron el trabajo de los funcionarios que continúan desbordados.

Ni a través del teléfono ni de la página web es posible conseguir la cita, requisito indispensable para poder acceder al interior de la sede situada en la Plaza de la Biosfera donde la semana pasada un afectado realizó varias sentadas en protesta por su situación hasta que finalmente fue atendido.

El colapso genera indefensión e irritación entre los perjudicados que ven como les es imposible acceder al organismo público para tramitar prestaciones de todo tipo. Un contestador automático suelta una parrafada interminable para finalizar indicando que no se puede atender la demanda de la cita. Otro tanto sucede con la página en internet que tampoco resulta ágil ni proporciona el objetivo que se pretende para concertar la visita.