Imagen de uno de los boxes de Urgencias del Mateu Orfila.

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El número de pacientes atendidos en el Servicio de Urgencias del Hospital Mateu Orfila de Maó esta temporada ha bajado un 37,5 por ciento en comparación al año anterior, según ha informado este lunes la Conselleria de Salud y Consumo.

En concreto, durante los meses de mayo y junio se han registrado 3.010 urgencias ante los 4.823 usuarios que pasaron por el servicio los mismos meses de 2019; es decir, 1.813 pacientes menos.

El balance de actividad de este servicio indica también que la media de pacientes/día durante los meses de mayo y junio fue de 44 y 54, respectivamente, muy por debajo de los usuarios que pasaron por las urgencias hospitalarias en los mismos meses del año pasado.

El acumulado durante los primeros seis meses de 2020 pone de relieve que, de enero a final de junio, las urgencias en el Mateu Orfila se han reducido un 28,22 por ciento, dado que han pasado de 12.911 a 9.267. Si bien los meses de enero y febrero registraron una actividad muy similar en comparación a 2019; a partir de marzo, coincidiendo con la declaración del estado de alarma, las visitas fueron descendiendo. El mes de abril fue el de una actividad más baja, con solo 708 visitas y una media de 24 pacientes al día.

El jefe del Servicio de Urgencias del Hospital, Bernardo Pax, ha explicado que el descenso de pacientes fue "muy claro" durante el estado de alarma y, en su mayoría, llegaban con una causa justificada o con una derivación previa de atención primaria.

Este hecho queda reflejado en el aumento significativo de los pacientes de nivel 2 y 3 de cribaje (de los 5 niveles que hay en total) durante el periodo más crítico de la pandemia. En abril, el porcentaje de nivel 2 aumentó de un 4,5 por ciento el 2019 al 11,2 por ciento el 2020, mientras que el aumento porcentual de nivel 3 fue de un 35 por ciento al 41 por ciento.

DISTINCIÓN DE UN CIRCUITO DIFERENCIADO PARA PACIENTES COVID

"Desde el inicio de la pandemia las condiciones de trabajo en el servicio han sufrido variaciones, y nos hemos adaptado a cada situación", ha subrayado Pax, quien ha apuntado que esto ha supuesto, entre otras cosas, la distinción de un circuito diferenciado para pacientes con infección por Covid-19 y un circuito para el resto de pacientes; además de la implantación de las medidas de protección personal, de uso permanente, para evitar la afectación del personal del servicio.

"De hecho, no hemos tenido ningún profesional infectado por el coronavirus en el servicio, a pesar de que fue necesario algún aislamiento", ha añadido.

El jefe del Servicio de Urgencias ha concluido que es necesario "no bajar la guardia e insistir en las medidas de autoprotección individual, a nivel general, la distancia social, el uso de máscaras, ser respetuoso con la normativa y extremar las precauciones".

En cuanto a la actividad a atención primaria, durante los meses de mayo y junio, las urgencias a los diferentes centros de salud también han reducido a casi la mitad, un 48,67 por ciento respecto al año pasado, pasando de 16.621 a 8.530 visitas.

El balance de este semestre también indica un descenso de la actividad fruto de la situación vivida por la pandemia. De 44.371 visitas registradas a los servicios de urgencias los seis primeros meses del 2019, se ha pasado a 30.964, el que representa una reducción de 13.407 usuarios, un 30, 21 por ciento menos.

EN CANAL SALAT, DONDE MÁS BAJA LA ACTIVIDAD

A pesar de que hay pocas diferencias, las urgencias del Canal Salat, en Ciutadella, es donde ha bajado más la actividad, hasta un 31,64 por ciento, pasado de las 19.063 consultas semestrales a 13.030.

Por su parte, en el Centro de Salud Es Banyer se han atendido 5.820 urgencias ante las 8.335 del mismo periodo del año 2019; y en el centro de salud de Dalt Sant Joan, en Mahón, la reducción sido de un 28,87 por ciento, pasado de 15.655 a 11.135 urgencias. Finalmente, en el centro de salud Ferreries, el descenso ha sido menor, de un 25,72 por ciento, con 979 pacientes atendidos entre enero y junio de este año.