Sistema sanitario. Los profesionales de la sanidad menorquina actuaron con eficacia durante la fase aguda de la pandemia. El sistema no colapsó gracias al trabajo realizado en Atención Primaria y la atención al quince por ciento de los infectados en el hospital Mateu Orfila

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El principal reto que afrontará Menorca en la etapa pos-covid consiste en transformar la insularidad en una oportunidad.

Los tres ponentes del Foro Menorca Illa del Rei 2020 -Víctor Madera, Elena Muñoz y Magdalena Vinent- plantean gestionar los costes de ser una región insular para convertirlos en ventajas.

Aunque el periodo pos-covid aún no ha empezado porque la pandemia del coronavirus sigue activa, con rebrotes y repuntes, es el momento de empezar a tomar posiciones y de «replantearse el camino», como afirma el médico e inversor Víctor Madera.

Todas las intervenciones del XII Foro Menorca Illa del Rei en este enlace

Emergencia sanitaria

Pero la primera cuestión a afrontar consiste en la emergencia sanitaria. Magdalena Vinent, exdirectora del Centro de Letras Españolas del Ministerio de Cultura y de CEDRO, afirma que Menorca debe hacer valer su condición insular para evitar la propagación de la covid con nuevos contagios. El objetivo está claro: ser una Isla segura.

Para ello se deben practicar pruebas PCR a todos aquellos que lleguen a Menorca, que alcanzó el contagio cero, pero después, con la reapertura del aeropuerto y los puertos, se han detectado nuevos casos. La doctora Elena Muñoz, especialista en medicina de familia, califica de «favorable» el punto de partida de la Menorca pos-covid gracias al eficaz trabajado desarrollado desde Atención Primaria, lo que ha permitido reducir, controlar y detectar los infectados. Propugna una actuación simultánea, que implica el refuerzo del sistema sanitario de Menorca y al mismo tiempo del sistema social porque «las clases más desfavorecidas se contagian más al tener menos posibilidades de aislarse y de teletrabajar, con lo que acaban pagando las consecuencias económicas de la pandemia».

Emergencia social

La doctora Muñoz Seco, desde su experiencia en la Unidad Básica de Salud de Es Castell, pone el acento en esta doble emergencia; sanitaria y social.

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Todo ello implica una mayor presión sobre las administraciones, obligadas a aprobar medidas y aportar recursos que den respuesta al refuerzo del sistema sanitario y de las necesidades en materia social, acentuadas por la destrucción del empleo, el desplome del consumo y la precariedad de muchas familias. Pero Magdalena Vinent transmite un potente mensaje positivo: Menorca tiene un gran potencial y enormes posibilidades, no solo en el turismo -que hoy aporta el 80 por ciento del PIB insular- sino en otros sectores productivos como la industria y la agricultura, que debe recuperar e impulsar.

Salud y urbanismo

En esta línea, las dos recetas que la doctora Elena Muñoz, presidenta de la Sociedad Balear de Medicina Familiar y Comunitaria, prescribe para la Menorca pos-covid consisten en salud ambiental y urbanismo sostenible.

O sea, alimentos saludables, de kilómetro cero, lo que implica un claro apoyo a los productores locales, y un entorno urbano amable, sin masificaciones. Coincide Víctor Madera, que pronostica para Menorca una disminución del turismo de masas, con visitantes más exigentes que valoran el entorno natural, el valor del paisaje y la tranquilidad. Son los atributos que definen esta Isla, la única de Balears que ha obtenido la declaración de Reserva de Biosfera por la UNESCO.

A favor de la naturaleza

En esta encrucijada, donde no se cuestionan los espacios protegidos, Menorca ha de volver a contar con industria manufacturera y también actividad en el sector agrícola-ganadera, con una producción enfocada hacia la población local y también los visitantes que conocen las propiedades de este producto kilómetro cero.

«El hombre no puede apostar contra la naturaleza, porque siempre pierde», asevera Víctor Madera, que está invirtiendo en la compra de fincas rústicas de la Isla para recuperarlas y darles nuevos usos y oportunidades.

La insularidad de Menorca implica sobrecostes pero también implica oportunidades y fortalezas. Este es el reto de la etapa pos-covid que lo cambiará todo.