Manifestantes contra el maltrato de caballos este viernes en la calle Vassallo de Maó | Gemma Andreu

TW
12

Unas 70 personas se concentraron la tarde de este viernes en la calle Vassallo de Maó, convocadas por la Protectora d’Animals, luciendo crespones negros en señal de luto «por un animal que murió de hambre en el suelo y que tuvo siete días de agonía», clamó la presidenta de la entidad, Joana Carreras, entre gritos de los asistentes de «respeto sí, maltrato no».

La protesta surge a raíz de la denuncia de particulares al Seprona por el mal estado de los caballos de un propietario que en 2018 ya fue acusado de maltrato animal; como consecuencia, una yegua tuvo que ser sacrificada tras una larga agonía, y todo ello ha motivado una querella de la Protectora contra dicho criador, que tiene caballos tanto en la finca de Vassallo frente a la cual se manifestaron este viernes, como en el Camí d’en Claudis de Llucmaçanes, donde fue hallada la yegua moribunda que más tarde tuvo que ser sacrificada.

La Protectora quiso apoyar con esta convocatoria, comunicada en tiempo y forma a las autoridades, la concentración espontánea de animalistas que fue disuelta el pasado sábado por la policía al no tener los permisos necesarios. «La Protectora tiene que promover que la gente se pueda reunir y expresar su repulsa» ante estos hechos, que han sido denunciados a la justicia. Sin embargo, la querella aún no tiene juzgado asignado, por eso el colectivo critica esta lentitud y pide celeridad para atajar el maltrato, ya que el propietario tiene más equinos que han sido trasladados a otro lugar. De momento no se han tomado las medidas cautelares que pedía la Protectora para llevarlos a un lugar donde tengan cuidados veterinarios. Carreras criticó duramente a los propietarios que se dedican a la cría y aseguró que caballos menorquines acaban en mataderos de la Península para consumir su carne.

Firmas para que en las fiestas no salgan ‘cavallers’ sentenciados por abuso animal

La Protectora ha iniciado una campaña de recogida de firmas, en Menorca y en la plataforma Change.org, para que las juntas de caixers de los pueblos de la Isla no acepten a los cavallers sentenciados por maltrato animal. En la petición la entidad explica la historia de las fiestas y asegura que la mayoría de jinetes ama a sus animales pero «todavía existen propietarios y criadores que consideran al caballo como un simple trozo de carne». La Protectora de Animals afirma que el querellado participa en las fiestas de Maó y añade «un maltratador no puede participar en una fiesta en la que se erige al caballo como principal protagonista».