Pedro Lluch delante del palacete de estilo florentino que acoge el agroturismo de Ferreries. | Gemma Andreu

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S’Hort de Sant Patrici, uno de los agroturismos menorquines con más trayectoria, ha cambiado la dirección. Una empresa de Ciutadella se ha hecho cargo de la explotación desde el 1 de julio, aunque los primeros clientes del verano no llegaron hasta el día 10.

La sociedad que ha asumido el reto de la gestión es Lluch Anghel Grup SL, que cuenta con experiencia en el sector, es la que explota también los apartamentos Royal de Maó. Su responsable es Pedro Lluch y anuncia que en unas semanas se añadirá otro socio para ampliar capital y probablemente cambiará también la denominación de la empresa. «Somos un grupo de empresarios amigos desde el instituto que participamos en negocios comunes», explica Lluch. Con anterioridad a esta aventura, en verano tienen 30 personas en plantilla.

La propiedad francesa se hizo cargo de Son Patrici en enero de 2018, lo que significa que solo la ha explotado directamente dos años. Fue esta compañía, de Franck Juhel y dirigida por Dandrieux Gilles Olivier, la que les ofreció la oportunidad del alquiler por un periodo negociable de diez años. «Creemos que el acuerdo ha sido bueno para ambas partes, el precio nos parece justo y ellos tienen la garantía de que se mejorará la inversión y el mantenimiento del hotel», señala el actual gerente.

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Pedro Lluch es un emprendedor que comenzó su vida laboral como ayudante de recepción en un hotel y promocionó profesionalmente hasta ser director. Lleva 17 años en el oficio, periodo durante el que ha concluido los estudios de Turismo. La experiencia y el espíritu empresarial le ha llevado a asumir este nuevo desafío.

Su objetivo a medio plazo es «devolverle a Sant Patrici el esplendor que tenía». De momento tramita la ampliación de las ocho habitaciones (16 plazas) en cuatro más, «todo va muy despacio», advierte, y mantener en toda su capacidad la producción de vino y queso, que son dos de los elementos de identidad de la finca.

Han comenzado en julio, la temporada va a ser más breve, aunque de momento lleva buenos números, en julio ha tenido una ocupación del 90 por ciento y este mes presenta lleno. «Es un año complicado, ya lo sabemos, soy pesimista en cuanto a la crisis sanitaria, no se ha gestionado bien, otra ola no la aguantaremos, tengo la sensación de que nos adentramos en una crisis peor que la de 2008», opina en torno al contexto económico actual.

Uno de los recursos que se plantea potenciar es el restaurante, que abrirá durante los fines de semana en invierno al contar con una barca que les sirve pescado fresco. Luego, si las circunstancias lo permiten, abrirá de Semana Santa en adelante.