Las grandes reuniones vecinales propias de la celebración de Sant Bartomeu no se repetirán este año. | José Cabezas

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Ni encuentros de amigos, o de familiares no convivientes, de más de diez personas ni entrada a los bares pasadas las 12 de la noche. Ferreries, en coherencia con las últimas limitaciones aprobadas por el Govern, es hasta ahora la población que celebrará sus fiestas patronales con más restricciones.

Así lo dispone el bando de la alcaldesa Joana Febrer ante la llegada el domingo de las fiestas de Sant Bartomeu, las primeras que Ferreries recibe con la obligatoriedad de llevar mascarilla en la vía pública y la prohibición de fumar en la calle o espacios abiertos a menos de dos metros de otras personas.

Si son días propicios para los encuentros de peñas de amigos y de largas familias, esta vez se impone la limitación fijada por el Govern sin distinción de locales cerrados o lugares abiertos. El bando recomienda espaciar temporalmente esas citas de amigos y familiares.

El alcohol, habitual animador espontáneo de la fiesta, estará prohibido en la calle. Solo se podrá beber en terrazas autorizadas de bares, no están permitidas las barras de venta en la vía pública ni la colocación de altavoces ni las fiestas que puedan inducir a la bebida. Las prohíbe el bando.

El consumo de alcohol en la barra queda prohibido todos los días a partir de las 22 horas y se establece la 1 de la madrugada como hora de cierre, aunque desde las 12 no podrá ser admitido ningún nuevo cliente.

Si en años precedentes la fiesta ha tenido las aglomeraciones como uno de sus signos de identidad, en el año del coronavirus ni siquiera se podrá bailar. En los conciertos, los asistentes habrán de permanecer sentados y atentos «a las instrucciones de organizadores, vigilantes de seguridad contratados por el Ayuntamiento así como fuerzas y cuerpos de seguridad».

La alcaldesa anima al vecindario a adaptarse a la complicada situación actual.