En la imagen, el centro de día de Es Migjorn que mantiene su funcionamiento habitual con la nueva normativa. | Josep Bagur Gomila

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Todos los usuarios y el personal de los centros geriátricos de la Isla están siendo sometidos por el IB-Salut a pruebas serológicas para determinar su grado de inmunidad en el caso de que los análisis detecten anticuerpos que permiten conocer si han estado infectados por la covid-19, independientemente de las PCR que se realizan a la mínima sospecha de contagio.

Las pruebas comenzaron gradualmente hace un par de semanas y abarcarán a los 325 usuarios y 381 trabajadores de estos centros. A todos ellos ya se les hicieron las PCR el pasado mes de mayo.

En este caso se trata de otra medida preventiva adoptada desde la Conselleria, de acuerdo con los responsables de área de cada consell insular, para frenar los crecientes rebrotes del coronavirus antes de que el martes entrara en vigor la modificación de las medidas excepcionales dictadas por el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas para estos centros de gente mayor, más vulnerables al virus como se vio durante el confinamiento y la desescalada, y también en los que atienden a personas con algún tipo de discapacidad. Hasta el momento no ha trascendido ningún positivo aunque los resultados todavía no se conocen, ha señalado la consellera de Bienestar Social, Bàrbara Torrent. Durante el estado de alarma fueron 14 usuarios y 6 trabajadores los que contrajeron la enfermedad.

El cambio más radical respecto al protocolo que se seguía desde que los geriátricos reabrieron sus puertas, es la prohibición de que los residentes puedan salir de los centros, tanto públicos como privados, salvo por razones terapéuticas y acompañados por personal del centro. Las directoras ya habían manifestado su preocupación por las salidas de los internos ya que se difuminaba el control sanitario sobre ellos aunque se les tomase la temperatura a su regreso. En los servicios sociales de tipo residencial para personas con discapacidades tampoco pueden salir aquellos que tienen factores de riesgo añadidos por edad u otras patologías.

Desde la entrada en vigor de las modificaciones las visitas a los geriátricos deben concertarse con cita previa para que sean escalonadas, se limitan a una persona por residente con un cupo máximo en función de la capacidad de la residencia, y de una hora de duración al día, excepto en las personas que estén en el proceso del final de su vida. Se deben hacer en un espacio determinado y los familiares no pueden subir a las habitaciones.

Del mismo modo deberán someterse a las pruebas PCR usuarios de nuevos ingresos 48 horas antes de hacerlo, trabajadores que se reincorporen después de más de 72 horas de ausencia, y nuevos contratados.

Sanidad recomienda, además, la realización de pruebas periódicas de detección a los trabajadores de servicios sociales de tipo residencial que estén en contacto directo con los usuarios.