La nueva promoción de viviendas de protecciónoficial, en la calle Sant Jacint. | Josep Bagur Gomila

TW
10

Cuando el presidente del Instituto Balear de la Vivienda (Ibavi) firmó el pasado 26 de junio el inicio del proceso para adjudicar los cuatro pisos de alquiler social construidos en la calle Sant Jacint de Sant Lluís poco se podía imaginar el alud de peticiones que iba a recibir. En total, 109 familias de Sant Lluís y otros pueblos de la Isla han presentado su solicitud para mudarse a una de estas casas de precio tasado.

En concreto, los elegidos al final del proceso pagarán algo menos de 500 euros al mes en el caso de dos pisos de 83 metros cuadrados cada uno y 230 euros por otros dos apartamentos que tienen alrededor de 50 metros. Los afortunados que finalmente suscriban el contrato de alquiler con el Ibavi podrán hacer uso de estos pisos en régimen de alquiler por un periodo de siete años, finalizados los cuales deben devolver la casa.

En la lista definitiva de aspirantes, publicada en la web del instituto público, ocupan un puesto preferente los que llevan más de tres años empadronados en Sant Lluís (en total 12 de los 109) y uno de ellos que, además, tiene movilidad reducida. El resto están empadronados en otros pueblos de la Isla o en Sant Lluís desde hace menos de tres años y solo podrán aspirar a una de estas viviendas si se agota antes la bolsa preferente.

Uno de los pisos ofrecidos está adaptado para personas con silla de ruedas. Apenas tiene una superficie de 46 metros cuadrados, pero tres inquilinos con movilidad reducida aspiran a ocuparlo.

La construcción de estas cuatro viviendas ha tenido un coste para el Ibavi de 591.551 euros.