Imagen de archivo de la planta desaladora

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La desaladora de Ciutadella ha suministrado en los siete primeros meses del año un total de 543.347 metros cúbicos de agua, lo que representa el 57 por ciento del consumo mínimo anual pactado entre el Ayuntamiento y Abaqua.

La alcaldesa de Ciutadella, Joana Gomila, indica que ya se han mantenido conversaciones con Abaqua sobre la situación excepcional de este ejercicio. Y tanto la empresa pública como el Ayuntamiento trasladan la toma de una decisión al cierre del ejercicio, cuando se conozca el consumo total alcanzado. En el caso de no llegar al mínimo fijado en el convenio deberá acordarse una solución al respecto. El Ayuntamiento considera que ningún convenio podía prever una situación excepcional como la actual. Y la bajada del consumo prevista no es imputable ni a Abaqua ni al Ayuntamiento.

El organismo público informa que en junio y julio se suministraron 92.137 y 133.824 metros cúbicos de agua, respectivamente. En julio se alcanzaron los 4.317 metros cúbicos diarios. Estas cantidades representan un incremento respecto a los mismos meses del ejercicio anterior del 10,7 y del 26,4 por ciento, respectivamente. No obstante, hay que recordar que el agua desalada no empezó a suministrarse desde el depósito de Son Blanc hasta septiembre del año pasado. Hasta entonces solo abastecía las viviendas de Cala en Bosc y Cap d’Artrutx. No son ejercicios comparables. Abaqua avanza, no obstante, que está comprobado que «cuando suministras agua desalada de mayor calidad, el consumo aumenta, ya que se dejan de utilizar pozos particulares».

La posibilidad de aumentar consumos con la incorporación de más sectores depende de la canalización. Sería necesario incrementar la red actual hasta el pozo de Es Caragolí para hacerlo posible.

Vox critica el convenio

Vox pide una revisión urgente del convenio, que obliga al Ayuntamiento a consumir un mínimo de 950.000 metros cúbicos, para adaptarlo a la realidad y no tener que pagar por un agua que, estima que no se llegará a consumir, tras desplomarse la llegada de turistas. El convenio fue «un absoluto error», considera.