Carol Marquès, Héctor Pons, Susana Mora, Joana Ecandell y Francesc Ametller en la sede socialista. | Gemma Andreu

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«Es el momento más difícil de gestionar en los últimos cien años de historia, tiempo de hacer Isla, de hacer Estado y dejarnos de partidismo», declara de entrada la presidenta del Consell y secretaria general del PSOE en Menorca. Susana Mora reunió a sus cuatro alcaldes para lamentar la oportunidad perdida para el desbloqueo de los millonarios remanentes de tesorería que tienen los ayuntamientos.

Esa, según dijo, era la mala noticia. La buena, el anuncio de la ministra de Hacienda de publicar en las próximas semanas otro decreto que recoja algunos de los puntos del decreto ley 27/2020, que no convalidó el Congreso. Entre ellos, la posibilidad de gastar este año el superávit de 2019 y la eliminación de la regla de gasto en 2020. Pero los remanentes seguirán siendo intocables.

La comparecencia de los cargos socialistas coincidió con el anuncio de la ministra ayer mismo. Pero las nuevas expectativas surgidas desde Madrid no apaciguan el malestar por la oportunidad perdida que, según ellos, ha impedido liberar los remanentes aunque fuera a través de la cesión previa de los ahorros al Estado.

El PSOE había puesto un acuerdo sobre la mesa, «susceptible de mejoras, pero era una buena fórmula para los menorquines», explica Mora antes de apelar a la responsabilidad de todos. Sus críticas fueron dirigidas a la oposición, «que ha utilizado las instituciones para hacer política de partido», dice.

Los socialistas, por el contrario, han valorado la oportunidad que ofrecía el Gobierno a través de la transferencia de los ahorros desde el punto de vista de los intereses y las necesidades municipales, advierte el alcalde de Maó, Héctor Pons. En su opinión, el decreto ley permitía acciones positivas, a este municipio no le interesó, lo que probaría que no ha habido consigna de partido, «dependía del análisis de cada ayuntamiento», dice.

«Ha sido otra oportunidad perdida», apunta Carol Marqués, mientras Escandell lamenta que el dinero de los remanentes «continúe condenado en los bancos». Ametller sigue reclamando el acceso a ese dinero y critica el exceso de partidismo.