Una cocinera prepara el menú de los alumnos este miércoles en el CEIP Pere Casasnovas de Ciutadella | Gemma Andreu

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La Conselleria de Educación presentó esta semana el nuevo sistema de becas de comedor, más ajustado a la realidad actual y con una partida de 7 millones de euros, el doble que el curso pasado. No obstante, la prestación del servicio ha encontrado en este inicio de curso incidencias en la Isla que impiden, de momento, que decenas de alumnos puedan acceder a él. Son problemas relacionados con las medidas ‘anti covid’. En el CEIP Sa Garriga de Sant Lluís todavía no han estrenado el comedor. Lo solían compartir con el CEIP Sant Lluís. Sus alumnos se desplazaban allí. Pero ahora no dejan mezclar estudiantes de distintos centros. La empresa encargada y la Apima idearon un catering, con padres que aportaban electrodomésticos, que consumirían los alumnos en su colegio, pero Inspección a última hora lo frenó por exigencias en la manipulación de la comida.

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Ahora se ofrece comedor a una docena de alumnos del CEIP Sant Lluís. La empresa asegura que es deficitario. Una de sus responsables, Ana María Llambías, asegura que tenía ya el material encargado para realizar el catering cuando lo desautorizaron. Del CEIP Sa Garriga estima que podría tener unos cuarenta usuarios, con lo que cuadrarían las cuentas. El curso pasado eran más de ochenta en total. La Apima exigió ayer por carta a Educación y al Consistorio que el comedor abra el lunes. Como sea. Águeda Pons, presidenta, recuerda que el colegio tiene cocina y comedor que nunca se han equipado, por lo que sería un buen momento para activarlos y que los niños de los dos colegios los usaran. Destaca que el servicio es necesario, «se debería haber previsto, ahora todo son pegas».

En varios colegios de la zona de Llevant el problema es que las exigencias de distancia entre alumnos han reducido el aforo de los espacios disponibles, incluso hasta el 50 por ciento. Según una empresa del sector, esto conlleva que algunas peticiones no se pueden atender y quedan en lista de espera. «Hay muchos problemas». Esto sucede cuando todavía no se ha producido la punta de demanda de octubre, cuando suelen empezar las actividades extraescolares. Se colocarán los que se puedan, sin que haya instrucciones claras sobre el criterio a seguir. En principio, los que tienen becas pasan delante, pero la convocatoria de ayudas todavía ni se ha abierto. Educación anunció ayer que lo hará a finales de mes, lo que podría generar más demanda. Los usuarios eventuales a buen seguro no se podrán atender. Las empresas tampoco saben qué refuerzos de monitores recibirán, y descartan asumirlos porque, ahora mismo, las cuentas apenas salen. La tendencia general es un descenso sensible de la demanda, sobre todo en Alaior o Ciutadella.