Miembros de los clubes en la reunión con Susana Mora y Bàrbara Torrent ayer en el Consell. | Josep Bagur Gomila

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La reapertura de los clubes de jubilados no va a ser fácil a corto plazo, a pesar de estar autorizados desde el pasado sábado para ello. Cada uno de ellos debe elaborar un plan de contingencia y nombrar un delegado covid que sea el enlace con el Consell, ya que su vuelta a la ‘normalidad’ requiere de una autorización individualizada de la Dirección General de Salud Pública del Govern. Precisamente ayer en la sede insular la presidenta, Susana Mora, la consellera de Bienestar Social, Bàrbara Torrent, recibieron a los representantes de los clubes y de la Federació de Gent Gran; también asistieron a la reunión el jefe de prevención de riesgos laborales del Consell y la directora insular de Gent Gran, Carolina Cerdà.

El objetivo es ayudar a los clubes a elaborar dicho plan de contingencia, con visitas a cada uno de los espacio de los técnicos del servicio de prevención del Consell, para ver si las actividades que quieren desarrollar son viables en las instalaciones, dado que hay que respetar aforos y distancias.

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