Los apartamentos turísticos son después de los hoteles los que concentran mayor oferta y los que este año han tenido más demanda a causa de la covid-19. | Gemma Andreu

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Las áreas naturales de interés paisajístico (ANIT) constituyen un anillo que impide el crecimiento de las urbanizaciones. Ashome propone una revisión de esta figura jurídica creada en 2003 a través del Plan Territorial (PTI) para facilitar el crecimiento de esos núcleos no para ganar más plazas turísticas sino como zonas de crecimiento que aporten valor comercial y las doten de más calidad.

La patronal hotelera asegura que no todas las ANIT tienen valores relevantes desde el punto de vista ambiental, «ni siquiera como protección del paisaje rural al que se refería la memoria del PTI». Por ello propone un análisis exhaustivo para determinar si se dan las cicunstancias que avalen esa declaración y puedan, en caso contrario, pasar a ser contempladas como zonas complementarias.

El crecimiento, admite Ashome, no ha de implicar en ningún caso aumento de plazas hoteleras sino que el objetivo es mejorar la calidad del destino y la subida de categoría de la zona turística. «Permitiría promover un turismo más cosmopolita para los alojamientos de ese entorno», argumentan los hoteleros.

Otro argumento en favor de la propuesta es el carácter residencial que van ganando las urbanizaciones, que cada vez más tienen más vecinos todo el año. Las actuales circunstancias de búsqueda de refugio sanitario han aumentado la premisa de dar más valor a estos núcleos turísticos por su dimensión residencial. El interés, justifica la patronal, es general, no exactamente hotelero.

Si el turismo va bien...

Ashome es consciente de que al margen de la crisis del coronavirus que ha puesto el turismo tradicional patas arriba y la evidente transformación propiciada por la evolución tecnológica y los nuevos usos sociales, hay valores en lo económico que no cambian. «Si el turismo va bien, nos va bien a todos», asegura. De ahí sus propuestas en materia de ordenación turística.

Entiende que la realidad del sector en Menorca muestra «mucho camino por recorrer para llegar a una excelencia de la oferta, en algunas tipologías más que en otras». Ese análisis apunta directamente a los apartamentos turísticos, que concentran la mayor parte de la oferta obsoleta y donde además rigen reglas de juego diferentes.

Se refiere, en concreto, a la unidad de explotación, cuya ruptura puede consolidarse si prospera una iniciativa en ese sentido del PSOE Menorca. Ashome defiende que la unidad de explotación crea empresa y mantiene la calidad de los alojamientos «y evidentemente con el actual convenio de hostelería la calidad de los puestos de trabajo», precisa.

Como se sabe, la crisis de 2008 llevó a muchos propietarios a vender apartamentos individuales de un bloque a inversores o particulares, circunstancia que ha roto la gestión conjunta y la asunción de gastos proporcionales por los servicios comunes. Los hoteleros advierten además del previsible deterioro como consecuencia de la fragmentación de la unidad de explotación.