Núria Carretero, jefa de estudios del IES Cap de Llevant, durante la sesión de este jueves | Gemma Andreu

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Que la enseñanza de Formación Profesional goza de una salud de hierro en Menorca, donde las cifras de matriculación van camino de duplicar las de bachillerato año tras año, donde la demanda social ha crecido exponencialmente entre alumnos y famílias, convirtiéndose no solo en una opción al alza sinó casi en una moda, supone un dato esperanzador para afrontar con mayores garantías los retos pos-covid. Sin embargo, hacen falta todavía esfuerzos y recursos para optimizar mejor el decalage que existe entre oferta y demanda laboral o también, una mayor flexibilización de la formación adaptada al cambio constante del mundo empresarial, tal y como se visualizó este jueves durante el encuentro que promovió el Cercle d’Economia de Menorca en su Trobada de Tardor. Una cita en formato virtual seguida por unos cincuenta inscritos en la que los cuatro ponentes, Rubén Adrian, presidente de la Cámara de Comercio, Luis Casals, presidente de Ashome, Nuria Carretero, responsible de estudios de FP del IES Cap de Llevant y Antoni Baos, Director General de FP del Govern Balear, moderados por el vicepresidente del Cercle, Miquel Àngel Casanovas, coincidieron en resaltar que la FP es la piedra angular sobre la que poder pivotar mejor la transformación económica que necesita la Isla.

Desde el punto de vista empresarial, Adrián y Casals valoraron el salto cualitativo que había tenido la enseñanza profesional en la Isla. El presidente de la Cámara de Comercio recordó que hacía falta dotar mejor los centros y modernizar la maquinaria con la que se enseñaba. También recomendó una mejor orientación social a los alumnos para que no se equivoquen cuando escogen su itinerario educativo y una mayor colaboración entre empresas para trasladar mejor a los centros docentes cuáles son las necesidades a cubrir. Por su parte, desde la docencia, Núria Carretero hizo una radiografía detallada sobre el funcionamiento de IES Cap de Llevant, en el que se congregan 450 alumnos de FP, donde existe una estrecha relación con más de un centenar de empresas, que acogen anualmente 150 estudiantes en prácticas. Carretero apuntó los objetivos principales que se marcaban como centro en la formación y pidió mayor coordinación con las asociaciones empresariales, mayor implicación de contratación de titulados por parte de las empresas, y más fluidez de contacto entre los propios centros de enseñanza de FP, entre otras cosas. También apuntó en la misma dirección que Antoni Baos, diciendo que era necesario flexibilizar la normativa para reaccionar más rápido a los cambios que se necesitan de contenidos formativos. Baos destacó la ventaja competitiva que tenía Menorca en la FP, con dos centros integrados nuevos en proyecto, de la fluidez que existe con el Consell Escolar para detectar necesidades, de la apuesta por la emprendeduría, por las Cualificaciones Profesionales o los POAS, los Puntos de Orientación para que el trabajador pueda informarse de la oferta formativa a la que puede acceder. En este sentido, señaló que los consideraba estratégicos para ayudar a mejorar situaciones de desajuste reales que se producían como por ejemplo pasa con los ciclos de construcción que existen, que son de los más demandados desde el punto de vista empresarial pero que en cambio, no consiguen llenarse por falta de interés de los alumnos. «Hay que trabajar en estas cuestiones», detalló Baos

Rico coloquio

Durante el turno de palabras se apuntó la necesidad de apostar por la Formación Profesional dual como solución en este reparto de papeles donde la empresa aporta el equipamiento necesario y el centro la docencia para el alumno. El Conseller d’Educació del Consell Insular de Menorca, Miquel Àngel Maria incidió en la necesidad que la FP no se adapte al mercado de trabajo presente sino más bien de futuro, especialmente en estos momentos donde se está viviendo una transformación de modelo económico en Menorca. También se habló de otras cuestiones como el hecho de anticiparse en cuanto a formación profesional para poder soportar la demanda en digitalización, energías verdes o movilidad eléctrica que llevarán los nuevos proyectos a través de los Fondos Europeos de Recuperación.