La mayoría de los contenedores públicos convencionales desaparecerán de Es Castell. | Gemma Andreu

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El Ayuntamiento de Es Castell somete en estos momentos a consulta previa su nueva ordenanza de residuos que contempla ya el sistema de recogida por fracciones puerta a puerta. Hoy mismo tiene previsto hacerlo el Ayuntamiento de Maó. Se trata de un texto idéntico, una ordenanza marco elaborada por el Consorcio de Residuos y Energía. Ambos municipios compartirán este servicio. Serán la punta de lanza en la Isla. La idea es que, poco a poco, se vayan sumando el resto de consistorios.

La ordenanza estipula que, en el momento en que se opte por el puerta a puerta, los ciudadanos deberán sacar los desechos a la calle en cubos o contenedores homologados o permitidos, con la identificación del domicilio. Los recipientes homologados serán, al menos inicialmente, facilitados por el Consorcio a los vecinos, una vez estos se den de alta en el servicio. Su capacidad dependerá del potencial de generación. La ordenanza indica cómo se debe depositar cada tipo de residuo y cuál es el máximo porcentaje de elementos impropios que pueden contener.

Los recipientes se depositarán donde puedan ser retirados y en horarios establecidos. Un calendario semanal determinará qué fracciones de residuos se recogen cada día. La periodicidad dependerá de la naturaleza de cada residuo. En núcleos diseminados se prevén puntos para su depósito, de acceso exclusivo para los residentes mediante un código, según explica la alcaldesa de Es Castell, Joana Escandell.

En el caso de que la aportación de los residuos se realice con algún contenedor, caja o bolsa no permitido, no será recogido. Se dejará en la vía pública, con un adhesivo en el que se especificará la incidencia. Escandell comenta que, al principio, habrá una importante campaña de información y concienciación, pero que a la larga se podrían imponer sanciones a quien actue de forme incorrecta. Así lo establece, de hecho, la ordenanza. «Al principio igual a la gente le costará, pero en otros lugares ya se está haciendo así y funciona muy bien», reflexiona Escandell.

Un proyecto complejo, gestionado a tres bandas, que va avanzando «paso a paso»

Joana Escandell comenta que, una vez aprobada la ordenanza y que Maó haga lo mismo, uno de los próximos pasos será que el Consorcio, organismo insular que marca las directrices en este proceso, licite un contrato de recogida de residuos único para Maó y Es Castell. Un convenio a tres bandas concretará el funcionamiento y la financiación. «Se van dando pasos poco a poco, es un proceso complejo», comenta. El Ayuntamiento mantendrá la gestión de la limpieza viaria, con un contrato específico. La previsión es que el puerta a puerta pueda ser una realidad a mediados del año que viene.