Imagen virtual de una sala de control aéreo remoto. Los controladores no tienen visión directa de las pistas, sino a través de cámaras y sensores

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El proyecto para convertir el Aeropuerto de Menorca en el primero de España –junto al de Vigo– en implantar un sistema de control aéreo virtual está a punto de echar a andar. AENA ha adjudicado el montaje de la sala desde la que se controlará, a través de un complejo sistema de cámaras y sensores, el tráfico aéreo de Menorca sin necesidad de que los controladores tengan contacto visual directo con las pistas y prevé que los trabajos arranquen a lo largo del mes de enero, en apenas dos meses. En el calendario del ente gestor de la navegación aérea de los aeropuertos españoles está marcado el inicio de la fase de pruebas para finales del año que viene.

Los trabajos de esta primera fase del proyecto han sido adjudicados a la empresa madrileña Gesnaer Consulting por 1,49 millones, un precio apenas 9.000 euros inferior a del presupuesto base de la licitación. Esta empresa concurrió al concurso de la mano de la noruega Kongsberg, experta en la implantación de torres remotas y que está detrás del mayor centro de control remoto del mundo, ubicado en al ciudad noruega de Bodo.

El llamado edificio AENA, en el que se ubicará la nueva sala, tiene una superficie de 796 metros y será remodelado para albergar, en la planta baja y parte de la primera, la sala de control remoto, las salas de simulación y el despacho del jefe de instrucción. Las dependencias contarán con dos puestos de control y un tercero de apoyo. Los 1,5 millones del montaje de la sala son solo parte del proyecto, que avanzará en futuras fases cuyo calendario dependerá de cómo progresen los trabajos de la primera.

No obstante, AENA tiene la intención de que este polémico proyecto, al que se han opuesto sindicatos y algunos partidos políticos, sea una realidad, al menos en fase de pruebas, a finales del año que viene. El ente aeroportuario asegura que habrá un periodo de transición antes de que se pueda prescindir de la torre física de control aéreo, que en el caso de Menorca es la más antigua de España.

Desde AENA defienden que la torre remota «proporciona ventajas operativas y de seguridad, con la incorporación de nuevas tecnologías que permiten la prestación más eficaz y más segura frente a lo que pueda ofrecer una nueva torre convencional». El ente trabaja con la idea de no construir nuevas torres de control convencionales en su red de aeropuertos y apostar por el control remoto en la línea de los proyectos de Cielo Único Europeo y siempre con la supervisión y validación de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA).