Los manifestantes, este sábado en Maó, pedían el fin del SARS y el nacimiento de una nueva Nigeria

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La comunidad nigeriana en Menorca no es muy numerosa. Apenas, dicen, una veintena de personas a día de hoy; eran 27 en 2016 según datos del Instituto Nacional de Estadística. Pero no por eso renuncian a reclamar que se detenga la brutalidad policial y el reparto desigual de la riqueza en su país, donde la población se está manifestando en contra de la injusticia social y los abusos de poder.

Este sábado y siguiendo los movimientos y las movilizaciones que se están produciendo en todo el mundo, la Plaça de la Constitució de Maó ha acogido un acto reivindicativo para denunciar la situación que se vive en el país africano. Una concentración que, no por poco numerosa, no deja de tener importancia en cuanto a lo que representa dar a conocer lo que sucede en Nigeria. «Pedimos que se acabe la brutalidad policial», dice Emmanuel Okoro, residente en la Isla desde 2001 que no duda al señalar que el presidente de su país, Muhammadu Buhari, «es un impostor».

Y es que como señala Paschal Nwakamma, vecino en Menorca desde 2006, «en Nigeria hay mucha desigualdad, unos pocos acumulan toda la riqueza» y ahora «es la primera vez que el pueblo se levanta en contra del gobierno», a quien acusan de represor, con una policía que no duda en atizar a quienes alzan la voz. «Allí no hay sistema sanitario, si no tienes dinero no puedes curarte», denuncia Okoro con lágrimas en unos ojos no ausentes de rabia. «Hoy he sabido que mi hermano murió ayer por no poder recibir atención médica, no hay derecho», denunciaba.

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