Los comerciantes ven como la economía se resiente. Detectan pocas compras, por la crisis pero también por la competencia agresiva de internet y las franquicias. | Josep Bagur Gomila

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Menorca se suma al Black Friday pero solo a medias. Mientras las franquicias apuestan decididamente por ofrecer descuentos más o menos agresivos, el comercio local intenta adaptarse dentro de sus posibilidades. Aquellas tiendas que se apuntan al viernes negro lo hacen con rebajas más leves en los precios, aunque también es cierto que la venta on line, potenciada de forma especial desde el estado de alarma con iniciativas como el portal Xuroa.com, son la apuesta del comercio insular en su lucha por su porción de las ventas en internet.

Asociaciones empresariales como Ciutadella Antiga o Mô Comercial ven difícil que sus asociados puedan competir en precio con las grandes multinacionales. Es así que, sin estar en contra, ven más posibilidades de negocio con la próxima campaña navideña. «Noviembre es un mes tradicionalmente flojo, porque la gente se reserva de cara a Navidad», apuntaba ayer la presidenta de Mô Comercial, María José Soriano, quien se refería asimismo la dificultad de competir en este Black Friday con las franquicias. «El pequeño comercio no tenemos las ventajas de las grandes marcas y los descuentos tienen que ser más pequeños. Además, hacer rebajas ahora y dentro de un mes y medio, es complicado».

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