El parking de Catisa se sustenta en un acuerdo con la propiedad del solar, la promotora Neinor | Josep Bagur Gomila

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La subasta pública de la parcela que el Ministerio de Defensa ha prestado los últimos años al Ayuntamiento de Maó en la calle Vassallo, para su uso como aparcamiento público, supone poner en peligro uno de los tres acuerdos de cesión que el Consistorio tiene para poder disponer de este tipo de equipamientos. Los otros dos convenios son con la Sareb para las parcelas habilitadas como parquing en las inmediaciones del cuartel de Santiago y con la promotora Neinor, propietaria del solar de la antigua fábrica Catisa. En ambos casos la única amenaza es que estas empresas quieren activar algún tipo de proyecto edificatorio, algo que en ningún caso se antoja inmediato. Estos tres solares suman entre 350 y 400 plazas.

La mayoría de las bolsas de aparcamiento públicas del casco urbano de Maó se encuentran en terrenos de propiedad municipal. Son nueve y solo un tercio de estas se mueven en torno al centenar de plazas. Por lo general, son los más pequeños y entre todos sumarían unas 700 plazas. Para poder disponer de otros terrenos con gran capacidad como Sínia des Cuc, Freginal o Camí d’en Barrotes, el Ayuntamiento ha tenido que recurrir al pago de alquileres a sus propietarios. A estos se suma el aparcamiento de Vives Llull, frente a la Policlínica Juaneda Virgen de Gracia. También se alquilan los aparcamientos de la entrada de Sant Climent y de Sa Mesquida. Los seis suman un millar de plazas.

El importe anual total de estos alquileres ronda los 155.000 euros, IVA incluido. Son siete contratos para seis aparcamientos, puesto que Sínia des Cuc se divide en dos fincas. Ambas suman un precio anual ligeramente superior a los 82.000 euros, para 490 plazas. El arrendamiento de los seis parkings supone algo más del 50 por ciento del dinero que el Consistorio dedica al año al alquiler de inmuebles, unos 300.000 euros una vez contabilizado el IVA.

El último aparcamiento que se ha abierto en Maó ha sido en la Plaça Eivissa y el próximo en el que ya se trabaja se ubicará en un solar de la Avinguda Fort de l’Eau. En ambos casos se trata de espacios de titularidad municipal. También se estudia si se puede ampliar el menudo que hay en el Carrer Mallorca.

En el capítulo de los aparcamientos por acuerdo se podría sumar también, aunque ya fuera del casco urbano y sin que haya una cesión de por medio, el que durante el verano se habilita en Cala Figuera, y cuya titularidad es de Autoridad Portuaria de Balears, entidad que también gestiona un importante volumen de plazas en las explanadas del entorno de la antigua estación marítima. La capacidad total de ambos espacios supera los 200 vehículos.

De gestión privada son los tres parkings soterrados abiertos al público, que suman alrededor de 650 plazas. Pero no solo en estos se tiene que pagar. Algunos de los aparcamientos públicos en superficie del municipio están regulados, de forma total o parcial, por parquímetros, en las modalidades azul y, sobre todo, naranja. Los últimos que se han abierto son gratuitos. En total todos los aparcamientos mencionados suman unas 3.000 plazas, a las que, con una visión municipal, habría que sumar los que existen cerca del mar, en calas como Es Grau.