El origen del gran brote detectado en Maó durante las fiestas navideñas, que deja por ahora 27 positivos, fue un encuentro familiar en el que se montaron mesas de 6 u 8 personas tras el cual, además, los más jóvenes, adolescentes la mayoría, pasaron la noche juntos en la casa de uno de ellos.
Fuentes sanitarias han explicado que a causa de este brote se han tenido que rastrear, aislar y hacer pruebas diagnósticas a 250 personas, y que los equipos UVAC lograron romper esta cadena de transmisión en 24-48 horas, pero todavía el día de Reyes seguían apareciendo contactos estrechos de los participantes en dicho encuentro.
Hasta el momento veinte de esos positivos son adolescentes con una movilidad muy elevada y que siguieron manteniendo contacto entre ellos no solo en Nochebuena y Navidad sino también en los días posteriores, incluida Nochevieja y Año Nuevo. Algunos incluso mantuvieron encuentros el día 2 con grupos de entre 8 y 10 amigos más cuando ya se les había realizado la PCR y esperaban el resultado.
Joseppe Steward
Hace 13 días
Ya nadie habla del Puigdemont, al menos que los indepes se pongan la mascarilla amarilla que ya no sabemos quién es quién. Ya no hay cristianos ni musulmanes, todos unidos bajo un mismo credo y unos mismos protocolo.