El vial de acceso a las parcelas, en las que se han construido casas de aperos, y torres que llevan electricidad solo a algunas fincas. | Josep Bagur Gomila

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La Asociación de Propietarios de Talatí de Baix lleva década y media de lucha para que lo que nació como huertos de ocio sea declarado núcleo rural, tal como regula el PTI. El nuevo planeamiento establece dos años para aprobar el plan especial o de lo contrario, entre otras medidas, los terrenos podrían pasar a catalogarse suelo rústico común.

Sin embargo, la entidad hace ya quince años que presentó el plan especial, lo han gestionado con cuatro corporaciones municipales sucesivas y todas han mostrado interés. La realidad es que el plan especial está bloqueado y la asociación se ha visto obligada a contratar a un despacho de abogados para que la voluntad política sea acompañada de resoluciones técnicas, que es la clave del bloqueo, porque las buenas palabras recibidas durante década y media han perdido su valor.

Denuncian falta de claridad en la tramitación del plan especial, «se han hecho modificaciones a petición municipal, pero los criterios no son claros y, de hecho, no se ha avanzado», declara Ernest Previ, presidente en funciones de la Asociación.

En los próximos días se reunirán asimismo con Miquel Company, que será el cuarto conseller con el que abordan el plan especial. Quieren que el instrumento de regularización que aparece en el PTI, pasar de huertos de ocio a núcleo rural tipo 2, sea útil. Durante el mandato pasado únicamente otra zona de condiciones parecidas, Binicalsitx, en Ferreries, logró la declaración.

Ahora mismo «estamos en un limbo urbanístico, da la sensación de que las administraciones esperan que se resuelva solo», agrega desde la fatiga provocada por quince años de lucha.

Admiten la confusión jurídica creada en una zona en la que conviven viviendas legalizadas y otras ilegales y donde viven familias de forma permanente a pesar de estar prohibida la residencia ocasional o fija, aunque la mayoría dedica sus parcela a uso hortelano.

Previ afirma que no pretenden cubrir a nadie, «regularizar la zona tendrá un coste y alguien tendrá que demoler, asumir multas o quedar fuera de ordenación». Al mismo tiempo matiza la impresión equivocada que se traslada de este tipo de zonas de huertos, «parece que todos son delincuentes que han cometido alguna infracción urbanística, pero no es nuestro caso, solo queremos que sea declarado núcleo rural 2 como marca el planeamiento».