Baleària desvió este lunes a Maó el ‘Abel Matutes’ | José Barber

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Las limitaciones a la movilidad y el descenso de actividad económica derivados de la crisis sanitaria de la covid-19 han provocado una caída histórica del tráfico marítimo en el puerto de Maó. Según el balance del año 2020 ofrecido ayer por la Autoridad Portuaria de Balears (APB), la rada mahonesa ha visto descender un 54 por ciento el número de pasajeros, mientras que el volumen transportado de mercancías también ha descendido, aunque de una forma más suave, un 27 por ciento.

El ente portuario sitúa el descenso del tráfico de pasajeros registrado en Maó por encima de la media de los puertos de interés estatal de Balears, que se sitúa en el 47 por ciento. Del mismo modo, en el caso del transporte de mercancías el descenso registrado en el puerto menorquín es superior a la media balear, que ha quedado fijada en el 24 por ciento. La APB asegura que se trata de las perores cifras globales desde la crisis económica del año 2008 y recuerda que entonces el tráfico no mostró signos de mejoría hasta 2014. Sin embargo, esta vez prevé que en el presente ejercicio el tráfico «se vaya recuperando gradualmente hasta llegar a cifras similares a las del año 2019».

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Tipología

Puertos ofrece en su balance un análisis de la evolución del tráfico de mercancías por el tipo de carga. Así, en el capítulo de mercancías en general (bienes de consumo), el descenso en Maó ha sido del 23 por ciento. En el de graneles líquidos (básicamente combustibles) la caída ha sido mayor, del 36 por ciento, mientras que el movimiento de los llamados graneles sólidos (principalmente carbón, cereales, sal y materiales de construcción) ha descendido un 34 por ciento. Un fiel reflejo del descenso de actividad económica desde el mes de marzo.