Alta demanda. No hay más opción para los bares ni para los clientes que disfrutar de la actividad en las terrazas, sobre todo en un día soleado en febrero como se comprobó este jueves en Ferreries. Si la meteorología cambia, como se prevé este viernes, adiós al café y la caña | Gemma Andreu

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La curva descendente de la pandemia durante la última semana había animado las expectativas de reducción de las restricciones, pero el Govern ha optado por prorrogar dos semanas más el nivel 4 de riesgo. Apela a la prudencia y quiere evitar la precipitación en la relajación de medidas para evitar repuntes como en los episodios anteriores. La situación de mejoría debe apuntalarse durante un plazo más largo, al menos durante los quince días más de línea dura acordada este jueves por la tarde con los presidentes de los consells insulares.

Los indicadores que utiliza el Ministerio de Sanidad para el seguimiento de la covid-19 marcan que a día de hoy Menorca cumple holgadamente cinco de los ocho criterios sanitarios para estar en el nivel 3. Pero no alcanza los datos exigidos en los indicadores relacionados con la población mayor de 65 años y con la presión hospitalaria. La incidencia acumulada en ese grupo de edad está aún en riesgo extremo y el porcentaje de ocupación de camas UCI también está en el mismo nivel al superar el 25 por ciento la capacidad de esta unidad.

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Menorca también pincha en el porcentaje de casos con trazabilidad al no alcanzar el 30 por ciento, que es el umbral para superar el riesgo extremo. En el resto de indicadores, Menorca se halla en nivel de normalidad en tasa de positividad, en el nivel 1 en cuanto a ocupación de camas hospitalarias y en el 2 de incidencia acumulada a siete días por cien mil habitantes. La acumulada a 14 días nos sitúa en el nivel alto, dato que informa de que el arranque de la curva descendente es todavía reciente. Sin embargo, no todos los indicadores tienen el mismo peso. Otros aspectos, como la aparición de la variante británica, también son tenidos en cuenta.

Además del rigor de los datos, la turismodependencia de la economía balear añade otro argumento de peso al mantenimiento de la línea dura. El Ejecutivo de Francina Armengol prefiere llegar a la temporada turística en las mejores condiciones posibles y, a falta de garantías de que gran parte de la población haya recibido la vacuna, ha optado por la contención de las costumbres sociales.

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