El interior de los bares y restaurantes, cerrado | Gemma Andreu

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Las restricciones que se aplican en Menorca al sector de la hostelería y la restauración son similares y en algunos casos más duras que las vigentes en comunidades autónomas que registran una incidencia acumulada de covid-19 muy superior a la que se da en la Isla. Con una incidencia acumulada a 14 días de 112,42 casos por cada cien mil habitantes, bares y restaurantes menorquines llevan sin poder servir en su interior desde que el 16 de enero se entró en el nivel 4 de riesgo extremo, ahora prorrogado hasta finales de este mes.

Tomando ese indicador de la evolución de la pandemia como referencia, comunidades como Castilla-La Mancha, cuya incidencia a 14 días es de 504 casos, permitió abrir desde el viernes pasado los establecimientos hasta las 21 horas, con un tercio del aforo en el interior, sin uso de la barra y un 50 por ciento en las terrazas; eso sí, los grupos sociales son de seis y se requiere el registro de clientes mediante código QR para facilitar el rastreo de posibles positivos.

Castilla y León y Cantabria son otros dos territorios donde se mantiene el interior de la hostelería cerrado hasta el día 23 y el 28 respectivamente, pero la incidencia en Castilla y León es seis veces superior a la de Menorca, 655,21 casos.

El nivel 4 de riesgo extremo no permite a la hostelería menorquina usar el interior de los locales ni consumir en la barra; en el exterior el aforo es del 75 por ciento con grupos de un máximo de seis comensales.

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Con pequeñas variaciones en el número de los grupos o la situación de los contagios por municipios, esas condiciones de consumir solo en el exterior también se dan en Asturias (485,33 casos por cada cien mil habitantes); Extremadura, que el pasado viernes reabrió la hostelería de 7 a 18 horas con 324,06 casos de incidencia acumulada a 14 días; Navarra, que mantiene interiores cerrados y consumo en terraza con una incidencia de 338,88 casos; o Murcia, que la pasada semana reabrió la hostelería en una veintena de municipios, con consumo en terrazas al 75 % y para grupos familiares. Esta región registra una incidencia de 364 casos por cien mil habitantes, más del doble de lo que marca este indicador en Mallorca, que mantendrá la restauración cerrada hasta el 2 de marzo, o más del triple que la de Menorca.

La característica común a estas comunidades que tienen cerrado el interior de la hostelería y permiten el uso de terrazas es que todas tienen una incidencia acumulada a 14 días en estos momentos superior a la de Menorca y Mallorca, Eivissa sería la excepción ya que su incidencia acumulada está en 646,32 casos por cada cien mil habitantes. Este hecho ha provocado el descontento de las patronales de restauración de Balears, que han estallado contra el Govern. Le echan en cara que suavice restricciones en espacios cerrados de gran afluencia y deje a la hostelería, en el caso de Mallorca totalmente cerrada con 128,68 casos, obviando que en Menorca han bajado los contagios manteniendo terrazas activas o que en Madrid se ha controlado la incidencia sin el cierre de un sector al que, según CAEB y PIME, «se está criminalizando una vez más».

Por comunidades, los horarios son similares ya que el toque de queda mayoritariamente es de 22 a 6 horas, y los viernes y sábados se avanza el cierre a las 18 horas para evitar aglomeraciones; solo Castilla y León mantiene el toque de queda a las 20 horas y será mañana cuando el Tribunal Supremo resuelva si acuerda la suspensión cautelar de este horario como pidió el Gobierno central.

Gracias precisamente a los tribunales en Euskadi, con una incidencia a 14 días de 457,97 casos, se ha reabierto la hostelería, con un aforo máximo en el interior del 50 por ciento y del 100 % en las terrazas, sin uso de barra, con grupos máximos de cuatro, y cierre a las 20 horas. Otro caso singular es Catalunya, que acaba de ampliar las franjas para servir desayunos (7.30-10.30 horas) y comidas (13-16.30 horas) con una incidencia de 431,6 casos.

Madrid, con incidencia de 625,85 casos, es la comunidad con mayor actividad de la restauración, que a partir del día 18 podrá cerrar a las 23 horas, pero dejará de admitir clientes una hora antes. Comunitat Valenciana, Galicia y La Rioja siguen con cierres totales.