El piso es el primero colindante al solar de la calle Fonduco, en Cala Figuera | Josep Bagur Gomila

TW
2

La casa del número 66 de la calle Fonduco, en Cala Figuera, que Autoridad Portuaria de Balears pretende expropiar para poder ejecutar la segunda fase de la reordenación de aquel lugar, está ocupada ilegalmente, según ha revelado su propietaria, Angela Weaver.

La dueña del piso que está en la primera planta del inmueble asegura que se enteró la semana pasada a través de «Es Diari», de que su propiedad está ocupada por una familia de la que desconocía su existencia por completo.

Angela Weaver se sorprendió cuando supo la situación en la que se encontraba el piso que adquirió hace 20 años cuando leyó la información referida a la decisión de Autoridad Portuaria de iniciar el proceso de expropiación de este piso y otro inmueble de la misma calle, al no haber alcanzado un acuerdo de compra con sus propietarios.

Los actuales moradores del número 66 de la calle Fonduco habían indicado también a este diario que estaban en esa vivienda en régimen de alquiler y que la propiedad les había manifestado que podrían permanecer en él hasta que fuera posible, es decir, hasta que concluyera el proceso de expropiación o bien de venta al organismo público si se alcanzaba un acuerdo en el último momento.

Noticias relacionadas

La dueña del inmueble explica que hace tres años su casa ya fue habitada por otros okupas pero entonces «la policía los sacó de allí». Entonces, recuerda, «me dijeron que los agentes de la Policía Portuaria vigilarían el piso porque hacían pasadas frecuentes, por lo que me quedé más tranquila».

Ahora, afirma, no sabe si los inquilinos tienen la electricidad conectada ni a quién están abonando el alquiler, ya que ellos han asegurado que están en régimen de alquiler en esa casa. «Si creen que están ahí legalmente, no sé a quién están pagando la renta», señala la propietaria.

En todo caso, indica que no ha podido denunciar a estas personas para que abandonen su casa «sencillamente porque no sabía que estaban allí. Ahora me siento enojada e impotente».

La mujer dice que solo desea cerrar esta cuestión que arrastra desde hace cinco años, y lamenta que Autoridad Portuaria haya dado a entender que ha sido ella la que ha ralentizado la reordenación de Cala Figuera con su postura, «lo que es incierto porque no he tenido respuestas».