Una enfermera vacuna a una anciana en un geriátrico

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Tanto Maties Torrent, epidemiólogo del Área de Salud de Menorca, como Ildefonso Hernández, ex director general de Salud Pública, apuestan por permanecer en una incidencia acumulada baja durante un tiempo y realizar una desescalada lenta y bien planificada, para que no haya que dar marcha atrás. Ambos expertos coinciden en que la vacunación en Menorca todavía no es tan elevada como para tener un efecto en el descenso de contagios, lo tendrá a medida que avance la inmunización de la población pero ahora mismo la curva cae, según Torrent, «por la disminución de los contactos entre personas y el trabajo de las unidades volantes, muy estricto a la hora de localizar, aislar y evitar la cadena de transmisión».

Hernández destaca que la vacunación de los mayores en los geriátricos, que ha seguido con los grandes dependientes y en marzo se extenderá a personas de más de 80 años, «es un paso muy importante» porque reducirá las hospitalizaciones y la mortalidad. «Vacunando a la mayoría de personas de más de 60 o 65 años habremos evitado en torno al 90 por ciento de los hospitalizados, tendremos ya mucho de ganado», afirma.

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Pero eso no significa una relajación, ambos epidemiólogos creen que no hay que precipitarse. Aunque la población mayor esté vacunada, una extensión de la infección en los más jóvenes también es peligroso, alertan. Pese a la menor letalidad en los jóvenes, «no es bueno que crezca el contagio» en ese segmento poblacional, señala Hernández, «puede haber también casos graves en jóvenes y además, cuanto más se extienda la infección, más posibilidades de que surjan variantes», explica. «No podemos arriesgarnos a que haya una cuarta ola significativa», concluye, porque si se diera un rebote en abril o mayo, cuando se prevé que lleguen muchas más vacunas para inmunizar a la población de forma masiva, «poner presión en los servicios sanitarios restará velocidad a la vacunación, hay que dar un respiro al sistema», señala. En cuanto a la inmunidad de rebaño y ese 70 por ciento fijado como objetivo para comienzos de verano, Maties Torrent afirmó que «la vacunación hará su trabajo pero no hay un número mágico, mejor 10 que 5 y 70 que 40, es un proceso continuo y debemos ir aumentando ese porcentaje todo lo que podamos, pero la bajada actual en la incidencia todavía no es atribuible a la vacuna, se han puesto pocas».

Ambos llaman a la responsabilidad individual, más allá de la revisión y la relajación de las medidas de prevención, «no nos gustaría que la desescalada se interpretase como una señal de que todo ha acabado».