Dolores Ametller, presidenta de Alcer Menorca | S. Marquès

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El Día Mundial del Riñón se ha celebrado este jueves con el lema «Viviendo bien con la enfermedad renal», para subrayar la importancia de la calidad de vida de las personas afectadas por esta patología. Dolores Ametller, presidenta de Alcer Menorca, destaca que coincide con la decisión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud de incluir a pacientes crónicos con enfermedad renal, trasplantados, en hemodiálisis o con inmunosupresión, junto a pacientes oncológicos e inmunodeprimidos en general, en un grupo prioritario de vacunación de la covid-19. Pero añade que todavía ninguno de estos pacientes, que estarían incluidos en el Grupo 7, ha sido citado.

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La noticia ha sido acogida por parte de este colectivo con esperanza, explica la presidenta de la asociación. Sobre todo, ante el riesgo de contagio, que ha obligado a estos pacientes a aislarse en el ámbito familiar y social y cambiar radicalmente de forma de vida. «Es muy triste no poder dar un beso a tu madre, o no poder recibir un abrazo de tus hijos», explica Dolores Ametller, quien por su condición de trasplantada de riñón lo vive en primera persona. La palabra que mejor define la situación es angustia, dice, y la han padecido de forma especial las alrededor de 30 personas que en Menorca tres veces por semana, «día sí, día no», tienen que desplazarse al Hospital Mateu Orfila o al centro de salud Canal Salat para someterse a diálisis. Con el agravante de que la planta de diálisis de Ciutadella durante los primeros meses de la pandemia y en distintos momentos después estuvo cerrada.

Por otro lado, de las 64.500 persones con enfermedad renal crónica en España, en febrero, unas 4.000 habían pasado la covid, y entre estas, casi 900 perdieron la vida. Significa nada menos que un 21 por ciento de mortalidad en el grupo de pacientes crónicos renales, recalca Ametller. La posibilidad de recibir la vacuna, una vez la Sociedad Española de Nefrología también ha dado el visto bueno para estos pacientes es, por tanto, el camino a través del cual confían poder acceder a esta calidad de vida de la que habla el lema del Día del Riñón de este año. Sin olvidar el mensaje sobre la importancia de las donaciones de órganos, demanda que ha marcado las celebraciones de este colectivo, pero que fruto de la situación sanitaria actual, han caído en Balears hasta un 27 por ciento. La pandemia acentúa el deterioro de salud de estos pacientes y pone de manifiesto la gravedad del problema que representa el aumento de la enfermedad renal crónica en España, cuya prevalencia ha aumentado un 30 por ciento en la última década.