Zona de crecimiento urbanístico en la Vía de Ronda de Maó, donde el Ibavi construye cuatro promociones | Gemma Andreu

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El sector de la construcción no ha logrado escapar de la crisis y su actividad ya registra «una evidente tendencia a la baja por la caída de proyectos y visados», según la presidenta de la Asociación de Constructores de Balears, Fanny Alba, que este viernes presentó el informe de coyuntura del sector.

Menorca es la isla balear que registra una contracción más acusada, con un descenso de la inversión del 36,71 por ciento que duplica la media balear, del 14,6 por ciento. El año pasado se construyeron 68 viviendas menos en el mercado libre y tampoco se inició ninguna vivienda de protección oficial de iniciativa privada en la Isla, de manera que la administración se quedó sola en este campo con las promociones de Maó.

Si bien en 2020 aún se ejecutaron buena parte de los proyectos visados en años anteriores, la patronal de constructores alerta de que a final de año se invirtió la tendencia, lo que arrastrará la actividad del sector en los próximos meses.

La consecuencia de ello es, según la asociación, que se agravará el acceso a la vivienda asequible, un problema enquistado en Balears. La inversión en vivienda en las Islas descendió un 8,5 por ciento el año pasado en comparación con el 2019, al pasar de 1.167 millones a 1.068 millones. «Todos los datos relativos a vivienda en 2020 empeoran los registrados en el ejercicio anterior», sostiene la patronal.

Así, los visados de viviendas de protección oficial (VPO) en Balears se redujeron a la mitad con 101 viviendas frente a las 191 de un año antes. La vivienda libre también descendió, ya que las 3.640 edificadas en 2019 se redujeron a 3.483 el pasado año, un 4,3 por ciento menos.

Si bien los constructores hace tiempo que defienden que su objetivo no es recuperar las cifras de los años del boom inmobiliarios, aseguran que el actual ritmo de crecimiento es insuficiente para cubrir la demanda, especialmente la formada por el grueso de la clase media y la población joven.

Alba cifra el déficit de viviendas en el archipiélago en «más de 15.000», que «aumenta año tras año». Se refiere, asimismo, a las previsiones del Instituto Nacional de Estadística según las cuales la población de las Islas se incrementará en 234.000 habitantes en los próximos 20 años, estimación que en caso de cumplirse «no hará más que aumentar aún más la carencia de vivienda y la presión de la demanda». Por ello, aboga por «ser capaces» de ampliar el ritmo de 3.584 nuevas viviendas registrado en 2020.

Ante esta situación, el sector reivindica la colaboración público-privada, tanto para favorecer el acceso a la vivienda como para mitigar el impacto de la crisis.