Ciudadanos con mascarilla por el centro de Ciutadella | Josep Bagur Gomila

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El Govern está analizando la situación de la pandemia para decidir en los próximos días si cabe la modificación de alguna de las restricciones vigentes, pero el portavoz autonómico de enfermedades infecciosas, Javier Arranz, ha asegurado que se hará con «mucha prudencia» y manteniendo una desescalada lenta.

La consellera de Salud, Patricia Gómez, ha explicado en una rueda de prensa que el Govern está realizando «una evaluación exhaustiva» de la situación de la pandemia «para determinar si cabe una modificación de las normas y recomendaciones para evitar la propagación del coronavirus», algo que decidirá en cuestión de días, en el próximo Consell de Govern.

Por su parte, Arranz, ha dicho que se mantiene «mucha prudencia a la hora de modificar las restricciones», porque si bien la situación en Balears es «buena» y de cierta estabilidad, eso podría cambiar en función de los efectos de la mayor movilidad y reuniones sociales en estos días de la Semana Santa.

Arranz ha advertido de que, dado que en Baleares las vacaciones escolares aún se mantienen, y lo normal es que los efectos de las festividades sobre la situación epidemiológica se aprecien cuando han transcurrido diez días, en Baleares no se conocerán los efectos reales de la Semana Santa «hasta finales de la semana que viene».

El experto ha añadido que las restricciones y medidas vigentes, si se cambian, «se modificarán de forma lenta, como se había hecho antes de la Semana Santa, con ese patrón de desescalada».

«Si se puede recomendar alguna disminución de la restricción será continuando con la desescalada lenta que nos ha dado una buena situación en este momento», ha precisado. «Estamos estabilizados desde hace semanas en una franja baja de casos y nos tenemos que centrar en mantener unas cifras bajas el mayor tiempo posible, que no modifique la estabilidad», ha añadido.

Se ha referido en concreto a Ibiza, donde ha destacado que, si bien la mayoría de la población «hace bien la mayor parte de las restricciones y se cumplen las medidas de prevención» también hay noticias sobre «encuentros importantes» que no dan tranquilidad.

«La situación en Ibiza es buena y eso permitirá estos días, salvo si esas reuniones nos dan un disgusto, cambiar algunas restricciones y eso es bueno, pero esas noticias no nos gustan», ha advertido.

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Arranz ha detallado que, si bien Baleares está en situación de estabilidad y no se prevé «un aumento brusco de la incidencia», en el caso de la situación asistencial, en las últimas semanas hay una estabilización pero no se produce un descenso.

En cuanto a la incidencia, considera buenos los datos de Baleares, pero ha subrayado que otras comunidades autónomas que han conseguido bajar más, como la Comunidad Valenciana, tienen restricciones.

Ha recordado que en las anteriores oleadas, cuando las incidencias de 14 días estaban por encima de 100 casos, cualquier pequeño aumento disparaba la curva de manera rápida. «Estamos en un buen número de incidencia, pero si en pocas semanas se doblase, entraríamos en un escenario completamente diferente. Estamos en situación todavía inestable y nos hace ser muy cautos al tomar decisiones bruscas», ha afirmado.

«Estamos bien, pero nos gustaría estar todavía mucho más bajo para estar lejos de la cifra de 100 casos que nos preocuparía», ha resumido.

Según Arranz, tener una incidencia baja también puede ser «un problema» porque llegan personas desde otros países y otras comunidades que tienen incidencias mayores a «un lugar que está mejor y eso supone un mayor riesgo». «Hemos de ser cautos», ha insistido.

El especialista ha advertido de que en los últimos días ha habido varios brotes, sobre todo de tipo familiar-social, por lo que ha ido bajando la media de edad de los contagiados de covid-19.

Ha detallado que se han identificado 6 brotes de tipo familiar-social en Mallorca y 2 de tipo laboral; en Menorca 2 brotes familiar-social, y en Ibiza otro de tipo familiar-social con 6 casos asociados.

Según Arranz, estos brotes van ligados a un número más importante de personas que en olas anteriores y uno de ellos alcanza los 15 casos, algo «muy típico también por la variante británica», que se transmite más en personas cercanas.