El año pasado solo llegaron a Menorca apenas 370.000 turistas. | Gemma Andreu

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Mientras el sector turístico aguarda desde la más absoluta incertidumbre la próxima temporada turística, se suceden los mensajes entusiastas por parte del Gobierno. La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, que la semana pasada aseguraba que el anuncio del fin del estado de alarma había disparado las reservas para viajar a las Islas, volvió a lanzar ayer un mensaje de aparente optimismo al afirmar que «este verano se podría recuperar la mitad de la gran campaña de 2019», en declaraciones recogidas por las agencias de noticias que voces del sector hotelero menorquín circunscribían ayer al marco de la campaña electoral a la presidencia de la Comunidad de Madrid.

Para que Menorca alcanzara esta temporada el 50 por ciento de la actividad del año 2019, el último antes de la crisis sanitaria y uno de los más exitosos turísticamente, tendría que registrarse la llegada entre mayo y octubre de cerca de 700.000 turistas, en concreto 654.755, exactamente la mitad de los algo más de 1,3 millones que llegaron a la Isla hace dos años. En circunstancias normales ese balance sería dramático, pero dada la situación actual muchos empresarios del sector turístico se darían con un canto en los dientes si pudieran alcanzar la mitad de actividad que hace dos años. Hay que tener en cuenta que en 2020, el año de la peor temporada turística de la historia, el balance de campaña oficial (de mayo a octubre) fue de solamente 371.488 turistas, según datos de la encuesta Frontur. Alcanzar esa actividad a medio gas en relación a una temporada normal supondría que en solo un año la llegada de visitantes se vería incrementado un 76 por ciento. Quedan muchas incógnitas por resolver para saber si las previsiones de la ministra son factibles, descabelladas o quién sabe si quizá demasiado prudentes.

Cabe tener en cuenta el desigual comportamiento que registraron el año pasado los mercados nacional y extranjero. Mientras el turismo español respondió en temporada alta y registró la llegada de 280.059 personas entre mayo y octubre, el internacional se desplomó estrepitosamente y solo se contabilizaron 91.429 visitantes. Un año antes habían sido 773.438. Parece que el turismo internacional será clave en la recuperación.