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Ports de les Illes Balears sacará a concurso público abierto la gestión de cinco nuevos pantalanes en el puerto de Fornells, que sustituirán a los actuales con la anunciada reforma. Esta medida supondrá poner fin al vigente sistema de autorizaciones temporales directas, permisos por tiempo limitado que disfrutan ahora entidades y empresas como el Club Nàutic Fornells, la patronal Asmen, la asociación de vecinos, Servinautic y Amarres Fornells.

Esta decisión de Ports fue objeto de debate en la reunión que entidades del pueblo mantuvieron el miércoles por la tarde con el conseller Josep Marí y otros representantes de Ports de les Illes Balears. Una de las personas que mostró inquietud por este asunto fue el presidente del Club Nàutic Fornells, Joan Camps, quien teme perder la gestión de 35 amarres y que todo acabe como con los controvertidos pantalanes que en su día gestionaba el Club Marítimo de Mahón en el Moll de Llevant. «Necesitamos los amarres para mantener el Club, ahora se genera inseguridad porque no sabemos cómo se hará el concurso, cuáles serán las condiciones», comenta. También recela de que las condiciones del nuevo emplazamiento se adapten a las embarcacione que sus socios amarran en el pantalán.

Las autorizaciones temporales hasta ahora se han emitido por periodos de tres años, pero la última ya llegó por un solo año para no condicionar el futuro concurso. Fuentes de otras sociedades que cuentan con autorizaciones aseguraban ayer no conocer los planes de Ports, a pesar de que desde este organismo sostienen que han mantenido informados a los afectados.

El temor que existe entre el sector náutico de Fornells es que las concesiones acaben en manos de empresas de gran músculo económico y que se genere una situación de monopolio, con un encarecimiento y un cambio en el perfil de los usuarios.

Desde Ports explican que dos razones han motivado recurrir a las concesiones. Una, que uno de los condicionantes ambientales del proyecto de reforma fue que se cambiaran los pantalanes actules por estructuras más sostenibles y costosas, no amortizables en los periodos que ofrece una autorización. Y, sobre todo, que hay más empresas interesadas en trabajar en el puerto de Fornells que pantalanes disponibles.

Los requisitos de Medio Ambiente, con una reducción del número de nuevos fondeos previstos en la reforma para procurar la protección del fondo marino, es uno de los condicionantes de la nueva distribución de los amarres, según explican fuentes que acudieron a la reunión. Por otro lado, al PP no le sorprende esta medida. En su día ya denunció que la vía administrativa empleada para la reforma remitía a fórmulas de privatización.