El mar balear es uno de los puntos con más plásticos del Mediterráneo. | R.E.

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Prácticamente la mitad (el 45 por ciento) de las 40 especies muestreadas (incluyendo peces, moluscos y crustáceos) en el Mar Balear han ingerido microplásticos y en todas las redes de arrastre superficial han aparecido residuos de plástico lo que convierte la costa balear en una de las principales áreas de acumulación de plásticos del Mediterráneo. Es una de las conclusiones más preocupantes del segundo Informe Mar Balear presentado ayer por la Fundació Marilles, en el que han colaborado el Centro Oceanográfico de Balears, el Consell Econòmico i Social de Balears, el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados y el Observatori Sociambiental de Menorca, entre otros organismos.

El estudio revela por contra un dato positivo, la buena evolución que se está viviendo en la biomasa y riqueza de especies en las siete reservas marinas existentes en el entorno del archipiélago balear, aunque la del Parque Natural de S’Albufera des Grau es la que presenta una menor biomasa de peces, a pesar de ser la más antigua.

El informe también analiza la evolución del nivel del mar en el Mediterráneo occidental, que se ha acelerado en los últimos años. La previsión para dos escenarios posibles de emisión de CO2 en los próximos años señalan a un crecimiento del nivel del mar para final de siglo de entre 57 y 75 centímetros, lo que se traduciría en un retroceso de las playas de Balears de entre siete y 50 metros.

El estudio aborda asimismo los efectos de la pandemia en el medio marino, en el que como resultado del descenso de la actividad turística se han reducido las presiones, con menos personas en las playas y menos tráfico de embarcaciones. No obstante, ese descenso, apuntan los autores, puede que nunca no se lleguen a notar en la fauna y la flora.