El centro de menores del Consell, la Casa de la Infancia, tiene ocupadas sus 14 plazas. | Javier Coll

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Los efectos de la pandemia del coronavirus se han visto reflejados en el número de menores que han pasado a ser tutelados por el Consell durante el año 2020, a través del Servicio Insular de Familia, órgano dependiente de la Conselleria de Bienestar Social. La cifra creció un 20 por ciento respecto al ejercicio anterior hasta situarse en 54 casos ex lege, número total de registrados a lo largo de los 365 días. Se trata de 9 menores más de los que estuvieron bajo el amparo de la institución durante el año 2019.

El incremento del número de menores cuya tutela ha sido retirada temporalmente a sus padres o tutores no representa, sin embargo, que hayan crecido los casos de niños, niñas y adolescentes que han precisado atención directa de la institución insular, sino que la mayoría de ellos se encuentran entre los que ya estaban sometidos a seguimiento por parte del Servicio Insular de Familia, y de los que ya se tenía un expediente abierto. Finalmente el agravamiento de la situación en la residencia familiar ha derivado en que el organismo del Consell haya decidido hacerse cargo de la tutela de los menores.

En muchos casos, el confinamiento de adolescentes con un perfil más problemático, al no poder relacionarse físicamente con sus amigos o, simplemente, no poder salir a la calle, ha elevado la tensión en la convivencia del domicilio que ya resultaba complicada antes de la pandemia provocando situaciones conflictivas, de ahí la intervención del equipo profesional del Servicio de Menores del Consell que encabeza Jesús Barrasa. En seis casos, por ejemplo, la actuación tuvo que ser inmediata debido a la gravedad para determinar su ingreso en la Casa de la Infancia.

En el año del estallido de la pandemia, el servicio del ente insular trabajó un total de 181 expedientes, que se redujeron a 152 al término del ejercicio una vez el equipo profesional hubo concluido su valoración y descartado los que no precisaron su intervención.

Entre los 54 menores que han estado o están bajo la tutela del Consell, 23 pasaron al acogimiento residencial, es decir, que ocuparon una de las 14 plazas disponibles en el Centro de Menores, de Maó (Casa de la Infancia), mientras que los otros 27 pasaron por el acogimiento familiar, es decir, estuvieron residiendo en familias de acogida, bien con lazos biológicos respecto a los menores, o familias ajenos a ellos. De estos 27 menores en acogimiento familiar, 12 corresponden a nuevos casos durante el 2020. Otros 4 menores fueron adoptados a lo largo del año pasado.

Por grupos de edades, los residentes en la Casa de la Infancia durante 2020, fueron en su inmensa mayoría adolescentes de entre 15 y 17 años, con 13 chicos y 6 chicas. Los otros cuatro fueron dos niños de 7 a 10 años de edad y dos niñas de 11 a 14.

En familias de acogida los grupos de edades están más equilibrados. El número más elevado fue el de chicas adolescentes, con 6, y el de niños de 7 a 10 años, que fueron 8.

Extutelados

A día de hoy el número de menores tutelados que permanecen en la Casa de la Infancia es de 14, más otros dos que han sido derivados a centros de Mallorca. Dos de los 14 que están en Maó causarán baja en las próximas fechas porque se trata de dos de los seis menores no acompañados que llegaron a la Isla en patera en octubre de 2019, procedentes de Argelia, y van a cumplir la mayoría de edad, como ya les sucedió a los otros cuatro en 2020.

El Govern pone a su disposición uno de los dos pisos con los que cuenta en la Isla, en Ciutadella y Es Mercadal, además de una asignación de 420 euros como cualquier otro extutelado por la institución pública para favorecer su emancipación, si lo precisan, hasta que cumplan 23 años.