Patio de entrada al santuario con la ‘porxada’ que da acceso a la posada y la iglesia

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El Consell ha ofrecido disponibilidad al Obispado para agilizar en la medida de lo posible el plan especial de El Toro, documento que ha de ser aprobado como paso previo para el desarrollo del proyecto de hospedería y otros usos del santuario. Territorio y patrimonio son los dos elementos a conjugar en el plan.

El conseller Josep Pastrana y técnicos de su departamento de Territorio se reunieron el jueves con el vicario general de la Diócesis, Gerardo Villalonga, y el arquitecto Francesc Farrés y acordaron una agenda de trabajo para coordinar la tramitación administrativa del proceso.

La complejidad deriva del número de administraciones y organismos que han de intervenir con respectivos informes sobre el plan. Por ello se ha acordado agilizar y ordenar la petición de esa documentación para no añadir más demora a los 18 meses perdidos ya en el Ayuntamiento de Es Mercadal. «Entendemos que es una mejora que interesa a todos, no se va a desvirtuar ni a transformar El Toro. La idea estaba prevista ya en el plan especial de la ANEI», declaró el conseller después del encuentro.

Julio 2019

El plan especial de protección que ahora se ha presentado fue redactado en 2019 por el arquitecto Francesc Farrés, el ingeniero Josep Quintana y el agrónomo Antoni Roca, autor de la parte ambiental del documento. Se trata de un plan especial similar al que se aprobó para la Illa del Rei, que ha permitido desarrollar después la actividad y los usos contemplados en el mismo, como la galería de arte.

El plan especial de esta ANEI ya contemplaba la redacción posterior de un plan específico para el santuario y otro para la reordenación del bosque de antenas de la montaña, que sigue pendiente. El obispado, tras obtener autorización del Consell para acometer la redacción del primero, se lo encargó al equipo citado.

Los concursos de ideas convocados con anterioridad los aparcó el Obispado porque faltaba el documento normativo previo que permitiera su desarrollo y, por otra parte, no recogían la esencia del santuario de El Toro en los usos previstos.

En el plan presentado ahora al Consell se respeta el volumen y estructura de las edificaciones y se reconocen los usos históricos del recinto. Entre ellos, el residencial, pues ha estado habitado siempre por religiosos; el residencial colectivo, ya que ha acogido encuentros de ‘escoltes’ catequistas y seminario de verano, cursos y recesos; el religioso, que es el principal; restauración, comercial, aparcamiento, ocio, excursiones y turístico. También contempla las infraestructuras y suministros.

Además, incluye un estudio de sostenibilidad en el que figura un plan de etapas para la ejecución del proyecto posterior de creación de hospedería y posada, tal como prevé el obispado. «Son pequeñas intervenciones», matiza Francesc Farrés.

Una vez haya sido aprobado este plan, será el Ayuntamiento de Es Mercadal el que conceda licencia para cada uno de los proyectos de obra.